Eran las diez de la noche cuando con todo su equipaje listo y con ellos posicionados en la camioneta decidieron volver a Seúl.
—¿Puedo recibir un besito antes de volver? —preguntó el castaño.
Taehyung no replicó y encajó sus labios con los de Jungkook en un toque lento.
—Gracias —le comentó—. Había olvidado lo mucho que me gustaban tus besos.
—Espero no sean excusas.
—Mis labios encajan a la perfección con los tuyos, Taehyung. Fueron hechos para ti.
Taehyung le frunció sus cejas.
—No uses palabras del pasado conmigo. Me da nostalgia.
Porque eso ya lo había escuchado.
Jungkook se acercó a su oído.
—Usaré nuevas palabras para enamorarte, entonces —le comentó.
—Yo ya estoy enamorado de ti —respondió Taehyung, sin pensar.
—Lo sé —dijo él, con una sonrisa radiante—. Pero no quiero que te canses de mí. Te voy a enamorar todos los días de mi vida si es posible porque en el pasado me olvidé de recordarte que te amaba demasiado y siempre lamenté eso.
Encendió la camioneta y Taehyung suspiró.
Era tarde. Esta vez el azabache no pudo luchar con su cansancio cuando cerró sus ojos y se entregó a Morfeo por unas horas.
Ni siquiera habían cambiado sus trajes. Ellos seguían vestidos de príncipes.
Cuando Taehyung despertó, el viaje que quedaba para llegar a sus casas era mucho menos. Al menos sólo de dos horas.
El abrigo de Jungkook que no estaba en él cuando se durmió ahora lo cubría hasta sus hombros. Él cerró sus ojos, acomodándose en el cálido abrigo y olfateó la dulce fragancia del otro que ciertamente lo calmaba mucho más.
Miró a Jungkook y se veía tan lindo que una pequeña caricia involuntaria llegó a esa mano que se aferraba a la caja de cambios.
Le sonrió.
—Ya queda menos —le comentó el castaño—. Puedes seguir durmiendo.
—¿Estás bien? —preguntó Taehyung—. ¿No tienes sueño?
—No tengo sueño. No te preocupes.
Unos minutos más tarde ellos pasaron por un lago que iba por el lado derecho de la carretera.
—Jungkook, ¿podemos detenernos? —preguntó Taehyung aferrando su vista al azulado lago iluminado por la luz lunar.
—¿Sucede algo? —inquirió el castaño preocupado.
—¿Podemos? —insistió.
El castaño le señaló que sí y en un pequeño lugar que precisamente servía para poder apreciar el lago detuvo la camioneta.
Corrió a abrirle la puerta a Taehyung sin dejar que se desabrigara, porque ya era medianoche y el frío calaba los huesos.
Cuando Taehyung salió se acercó a la orilla mirando más de cerca el agua. Jungkook se posicionó detrás de él, abrazándolo por la espalda.
No preguntó por unos minutos. Se quedó con él mirando el lago que corría y chocaba a las orillas, pero no aguantó por mucho.
—Amor, ¿estás bien?
—¿Mh?
—¿Por qué quisiste parar aquí? —cuestionó mientras aferraba las manos de Taehyung con las suyas dentro de su abrigo.
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Rewrite The Stars (Kookv)
Fanfiction"Cuando la mitad de un corazón roto se encuentra con uno que aparenta estar completamente curado, no hay razón para reescribir el destino" Finalizada. (Primera historia) Muy cliché.