Sweet Creature [L.S][M-preg]

1. El verdadero sentido de una familia

La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz. ~ Proverbio escocés.

Louis se despertó. Los llantos de Nicholas lo levantaron, no había sido una buena noche ni para él, ni para su hijo. Louis colocó una almohada bajo su cabeza intentando pagar más a su hijo a su cuerpo. El clima no era favorable, el invierno se acercaba y ya la calle estaba decoradas con gruesas mantas de nieve. Nicholas se pegó más al cuerpo de su padre intentando conseguir un poco más del calor que este le emanaba.

Louis bostezo y tomo el celular que se posaba en la mesita de noche el lado de la cuna de Nicholas, encendió la pantalla del aparato con torpeza y se fijó en la hora. Eran las siete treinta, dentro de menos de media hora llegaría Zayn.

El mejor amigo de Louis, su hermano del alma. Louis y Zayn se conocían desde el jardín de infantes y desde ese entonces eran inseparables. Hay una larga historia detrás de eso, tal vez algún día te la cuenten.

Zayn cuidaba temporalmente a Nicholas. El castaño de ojos azules bostezo y se levantó de la cama arropado a su pequeño entre todas las almohadas blancas. Intentando que tomara todo el color posible y así no sufriera una grave gripe.

El timbre sonó anunciando la llegada de el moreno. Louis caminó lentamente hasta la puerta. Las plantas de sus pies chocaban contra el frío suelo de cerámica, se paró frente a la pequeña puerta roja y tomó el plomo entre sus manos—Hola hermano —lo saludo Zayn con un brillo especial en sus ojos—. ¿Y el enano? —preguntó con cierto tono de entusiasmo en la voz. Amaba a Nicholas.

Louis le dio una sonrisa ladina a su mejor amigo para luego darle un cálido abrazo. La chaqueta de el moreno estaba cubierta con pequeños copos de nieve—Está dormido —suspiro Louis, separándose del abrazo, se sentía cansado.

—¿Y tu? —preguntó al ver la cara de su mejor amigo.

—Estoy bien Zee solo no estoy en mis cables, siento que todo se me está viniendo abajo y que solo te tengo a ti... pero tú... tú en cualquier momento te marcharas... —dejó las palabras en el aire al ser interrumpido por su amigo.

—No—lo silencio su mejor amigo—... no digas esas estupideces, porque sabes que nos tienes a mi, a Liam y Mat. Y y nunca me iré de tu lado. Lo sabes perfectamente, Lou.

—Solo... —los ojos de Louis se llenaron de lágrimas. A Zayn le dolía ver a Louis de esta manera, él era una persona fuerte que no se derrumbaba fácilmente. Pero esta vez no fue así, estaba mal, grandes bolsas negras habitaban bajo sus ojos color cielo, está más delgado de lo habitual y su piel tiene un color pálido, ya no tiene ese brillo en los ojos que tanto lo caracterizaba. Louis siempre fue un chico alegre, siempre quería llamar la atención y ser el centro de atención. Pero eso cambió, cuando Elena se marchó se llevó a Louis. Se llevó su felicidad, y no digo que Louis dependía de Elena pero es que después de tantos años; duele. Él la amaba.

—Api —la voz de su pequeño hijo lo sacó de sus pensamiento—. Ten-o hamble —Zayn se movió un poco para quedar frente al pequeño—... ¡tío! —lo saludo el niño entusiasmado.

Le regaló una sonrisa cariñosa a Louis antes de besar su mejilla—Ve a bañarte. Yo te preparare desayuno a ti y a Nick.

Louis asintió con un pequeño movimiento en la cabeza. Y con la boca formuló un "gracias" para su compañero. Louis se metió al baño y empezó a detallar su cuerpo frente al gran espejo que estaba allí. Lo primero en quitarse fue la sudadera, su cuerpo estaba delgado, y el color de su piel lucía apagados. Sus brazos no presentaban señales de músculos, sus uñas estaban más cortas de lo común, gracias a la ansiedad que le provocaba toda esta situación. Ya no tenía esos grandes muslo y ese abundante trasero; muchas cosas estaban mal con él, sólo no podía darse cuenta. Sus fracciones se pronunciaban más de lo que ya lo hacían antes, parecía un zombi, parecía un maldito muerto. Sus ojos azules estaban apagados y sus labios ya no conservaba en color rojo fresa. Tiene unas grandes bolsas cafés bajo sus ojos. Intenta fingir una sonrisa pero no le sale. Sale más bien como una mueca burlesca; como si se burlara de sí mismo, y de la horrible situación que estaba atravesando; es simplemente patético.