Terror en Kimetsu No Yaiba

.°| Sudor |°.

Pareja(s): TomiokaxShinobu; TomiokaxTanjirou 

(¡PIDO DISCRECIÓN POR LAS Y LOS LECTORES! ÉSTE ONE SHOT ES PARA MAYORES DE EDAD)

Ese joven y apuesto chico, ese que le robaba su mente, ese que lo hacía soñar y viajar a lugares que nunca se hubiese imaginado, ese que le hacía sentir placer solo en sus sueños. Lo miraba desde su asiento de atrás, su espalda es tan sensual que no puede dejarla de ver, su olor... Ese olor que inundaba sus fosas nasales y que lo excitaba al tal punto de tapar su erección y que le doliera éste mismo por no poderse tocar en ese instante. "Maldita seas, tú y tus seducciones". 

Su forma de verme no me hace sentir inferior, al contrario me hace sentir que soy amado, me hace sentir que soy importante para él. Aunque no me muestre atención, yo sé que él me ama en silenció, sé que aunque le de nauseas al mirarme, él me ama dentro de su ser, más que a ella, sé que al menos le hago sentir algo cuando me ve. Si tan sólo... yo, fuera como esa chica con la que anda. ¿Me vería con la misma forma que a ella la ve?, quiero hacerle sentir que soy mejor que ella, quiero demostrarle que puedo ser una perra en la cama y hacerlo gemir más fuerte QUE ELLA... Si tan sólo, él... No fuera de su propiedad de ella, si tan sólo ella estuviera muerta y enterrada a millones de kilómetros lejos de nosotros. Él y yo, fuéramos felices juntos.

El joven pelirrojo, observaba a la pareja paseándose por los pasillos, esos pasillos que cuando pasas en ellos, sentías que cada pared se juntaban una con la otra para encerrarte y morir de asfixia, un lugar infinito sin una salida, esos que los miras y te empiezan a sudar las manos por la falta de iluminación, esos que piensas que cada paso que des, cada vez más se alarga el pasillo. Los miraba con... Temor, a la chica joven, linda y amable, la miraba con odio y con dolor, le deseaba lo peor, entre ellas la muerte, que la atropellaran, la descuartizaran, o hasta... él mismo matándola de una forma horrorosa y tan sangrienta que la habitación donde lo haría, estuviera bañada de su sangre. Pero a su amado y lindo chico, lo miraba con deseo, amor, delicadeza y con timidez, lo deseaba cada vez más, estaba muriéndose por dentro por cuerpo y alma de solo poder tocar su piel. Estaba escondido en uno de los cubículos, podía ver como lo hacían en los baños de chicos, esos gemidos que sacaba la chica de sus labios rosa color pastel, sentía asco de solo estar presente, verlos sudar a escondidas. 

Podía acusarlos y acabar con el gran dolor que sentía, pero no quería hacerlo, sabia que si lo hacia ganaría más el desprecio y odio del mayor... Entonces, ¿qué podía hacer?. Pasaron algunos minutos, todos esos minutos estuvo presenciando los actos obscenos que hacía la joven pareja. Vio como se marchaban a sus aulas, siguió a la chica, era frágil, más frágil que una rama seca de un árbol viejo, se veía como una perra, se veía sudorosa y mareada, se veía asquerosa. Una presa frágil y fácil de agarrar para matarla de una vez por todas. Se acercaba una y una otra vez, cada vez más cerca que la otra, odiaba ese olor de ella que desprendía, le daba asco y la aborrecía. 

La tomo por sus cabellos, jalándola y chocándole la cabeza en el piso. Sonó un y gran golpe en seco, se escucho un hueco que parecía estar hueca del cerebro, era estúpida entonces, eso hablaba mucho de ella.

-Me preguntó si... ¿Algunos chicos les gustan chicas como tu?, mujeres fáciles, huecas de mente, sin una pizca de inteligencia alguna. No esperaba mucho de ti Shinobu, pero aun así logras decepcionarme y llenarme de asco de tan solo verte paseándote agarrada de la mano de mi HOMBRE. -Termino de decirle al oído como un susurro, para terminar con otro golpe que le ocasionaría una grave herida en el cráneo-

Azotaba con gran odio la cabeza de la joven y linda chica, esos lindos y suaves labios color rosa pastel, se estaban manchando de un color asqueroso de sangre y de baba. El chico, se acercó a su nariz para ver si todavía escuchaba la respiración de ésta, cosa que no, esos inmensos golpes era de dejarte bien muerto.