Capitulo 4: Dolor

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Capitulo 4: Dolor

Se había desmayado.


Cayo al instante, siquiera escucho su respuesta? Pensó Lia. Seguro que no, el esfuerzo repentino que había realizado la canso demasiado. La pelirroja bajo la mirada, cerro sus ojos y suspiro. Se inclino hacia adelante, poniendo el peso de su cuerpo superior sobre sus codos, que se apoyaban en sus piernas y siguió jugando con sus propios dedos. Escucho susurros.


-"No, no me estoy arrepintiendo."- su voz, baja, no quería despertar a Tàlia. Su tono no era sarcástico ni enojado, era seguro.-"No."- levanto la mirada lentamente y observo a la pelilila.-"Estaba en su completo derecho de desconfiar de mi."- Tàlia se removió levemente y soltó un par de quejidos, Lia asumió que tal vez tenia frio.


Se enderezo, apoyo sus palmas en sus rodillas y se levanto. Procedió a arrodillarse un poco y volvió a tapar a la Angel, los quejidos continuaron. Escucho a sus acompañantes.


-"No lo se, tal vez le duelan las heridas."- dijo mientras sus verdes ojos observaban la cara de Tàlia. Que dicha chica estaba sintiendo dolor era innegable, pero Lia no sabia donde y eso la preocupaba. La Soul Whisperer procedió a flexionar sus rodillas un poco mas y suavemente toco la frente de la chica.-"Esta un poco caliente, pero no se..."- en un delicado movimiento, la pelirroja removió algunos de los pelos que se encontraban en la cara de la Angel y, de una manera insegura, retiro su mano.


Lia se paro en toda su altura otra vez y empezó a preparar su "cama". No estaba segura si se iba a ir a dormir todavía, pero si prefería acortase un poco. Aunque no lo pareciera, estar 100% atenta de una persona herida era màs cansador de lo que parecía. Definitivamente la nueva "mini rutina" la dejaba algo cansada. Aunque, drenada no significaba insatisfecha, el sentimiento de poder ayudar a alguien era algo que la llenaba mucho.


A medida que la noche se empezaba a ver a través de las cerradas cortinas, Lia empezó a moverse al rededor del cuarto. Procuro cerrar las ventana y corrió las cortinas un poco para ver afuera. Hace unos días, cuando había logrado traer a Tàlia a su habitación, lo primero que había hecho era cerrar las cortinas. Negar completamente a cualquier persona del exterior la visión hacia el interior, el pánico en el momento había sido muy fuerte.


¿Y si los cazadores seguían en la zona? ¿O la habían visto rescatar a la pelilila y las siguieron? ¿Tal vez estaban esperando el momento para que estuviera distraída para atacar? Esos pensamientos habían pasado por su cabeza en esos momentos pánico, pero tampoco habían parado ahora y aunque sus acompañantes intentaran calmarla, el miedo aun se colaba en ella.


Aunque su mente estuviera consumida por su preocupación, sus acciones no se veían interrumpidas. Esto era algo común. ¿Hacer dos tareas a la vez o estar pensando en dos cosas en un mismo momento? Normal en la vida de Lia; Y que fuera Soul Whisperer no era la completa razón de esto, pero si era una parte. Su mente estaba acostumbrada a tener demasiadas cosas en la cabeza, por decirlo de otra manera.


Sus rodillas descendieron hasta llegar al piso y continuo con su tarea, preparar su "cama" no era un labor que fuera súper difícil. Su lugar para dormir consistía en tres frazadas puestas en el piso, justo al lado de la cama junto a Tàlia, una almohada y una sabana para taparse. Sorpresivamente, no le resultaba incomodo, dormía bastante bien.

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