Anthony:
Abrí los ojos con pesadez y me levante escuchando el grito de mi madre en la cocina, me rasque el trasero y abrí la cortina encontrándome con la lujosa casa de al lado.
-hijo, ya está servido- seguía llamándome mi madre
-ya voy- respondí para tranquilizarla
Baje en calzoncillos y me senté en la mesa tomando mi taza de café matutina, bebiendo un gran sorbo de él.
-vamos Anthony ¿qué te he dicho de andar en calzoncillos por la casa?
-si mamá- termine mi desayuno y subí a darme una ducha y alistarme para ir al instituto, tome un par de cuadernos y los metí en la mochila.
Me despedí de mamá
Caminaba por la acera cuando sentí un golpe en mi espalda era Nick el rubio de ojos verdes más patán que podía existir, sí, mi mejor amigo. Lo salude y lo empuje de vuelta, Nick vivía unas cuadras más lejos de mi casa así que siempre desde niños nos vamos juntos caminado.
-hay una fiesta esta noche…
-genial- respondí sin gesto en la cara
-¿no vas a ir?
-¿con quién?- le pregunte con tono obvio y no es que fuese un adefesio o algo similar solo es que las chicas no se me acercaban, tuve una novia Ann pero se fue del país por el trabajo de su padre. Desde ella que he estado solo
-no sé, es lo de menos, yo iré con Wendy- dijo luciéndose
-¿no es la hija del director?- una nenita de papi, pero el director no dejaba ni siquiera que chicos le hablaran a su hija.
-exacto… la mocosa me ama, le gustan mayores- Nick era el galán del instituto y yo… y yo solo era su amigo.
-ella solo tiene un año menos que tú, y no solo porque seas mayor de edad significa que seas un ser superior
-lo soy… tengo algebra debo irme- no había notado que ya estábamos dentro del instituto, guarde mis cosas y viví la maravilla de estudiar y aprender. A quien engaño odio esto.
Las clases terminaron y salí del lugar cuando un Porsche rojo se detuvo frente a mí, mire hacia dentro y estaba Josh, Nick y Kim mis amigos
-¿vienes?- preguntaron desde adentro
-nah, creo que caminare- seguí mi camino y sentía con el Porsche rojo me seguía con cautela.
-súbete idiota- Nick abrió la puerta y cuando me acercaba para subir arrancaron a toda velocidad. Suspire y continúe caminando.
Me detuve a unos metros de mi casa para presenciar la discusión en la casa de los Madison, escuchaba gritos, pero nada claro decidí seguir caminando y ese momento abren la puerta y sale victoria la hija de los madison gritando:
-¿yo soy el problema? El problema son todas tus putas reglas y tu maldita reputación que a nadie le importa
-mi reputación era perfecta hasta que TU llegaste… TU- recalco la señora Madison
-¿a sí?… pues que sorpresa, jamás me lo hubiese imaginado
-tu siempre fuiste el problema, arruinas todo, mi reputación ya no existe por TU CULPA
-sabes algo aquí todos lo saben, no soy hija tuya…
-VICTORIA SILENCIO- dijo enojada la señora madison
-soy producto de una de las empleadas y de mi padre
-VICTORIA- dijo furiosa
- y créeme aquí todos lo saben. –todo la maleta que arrastraba y llorando corrió en lado contrario, victoria era compañera mía creo que teníamos artes y matemáticas juntos y jamás le había hablado pero tenía razón, eso para nadie era novedad.
Entre a mi casa y fui directo a mi cama a recostarme y continuar dibujando, me gusta dibujar, no lo se me relaja y supongo que por eso Ann fue mi novia, la enamore con mis dibujos, suena extraño y lo era ella era una chica extravagante, abrí y cerré mi libreta no tenía nada que dibujar, nadie más que mis amigos y mi madre sabían que me gustaba dibujar, y prefería mantenerlo oculto. Me metí en la cama después de todo mi madre llegaría tarde, trabajando de doctora en un hospital infantil tenía muchos turnos y en especial los de noche, me concentre en la oscuridad mientras revisaba las redes sociales en mi teléfono. Había escuchado un ruido afuera, pero podría ser un gato continúe, pero el ruido seguía, creí que era en el patio trasero y mire por la ventana, esperando encontrarme con un secuestrador o asesino serial. Alguien abría la casa de muñecas del patio, creo que era lo suficiente valiente como para ver quién era, inhale fuerte, tome un palo en la cocina y salí por la puerta de atrás en silencio, deseando que si me mataban fuera rápido y lo menos doloroso posible, y ahí me encontraba frente a frente con la puerta de la casita a segundos de abrirla. Tome fuerza de donde no tenía y abrí el cerrojo, encontrándome con más ni nada menos que con una figura humana
-qui... ¿Quién eres?- intentaba sonar seguro pero la casita estaba obscura y no veía nada.
-por favor no les digas que estoy aquí- sonó la voz de una chica… lo pensé, a quien se parecía esa voz
-¿victoria?- dije dudoso
-sí, por favor no les digas a mis padres que estoy aquí, por favor me iré pronto- sonaba desesperada, sacaba algo de su bolsillo.
Victoria:
Lo veía ahí, no quería que me echara, saque mi celular del bolsillo para alumbrar el lugar
-¿Qué haces aquí?- me pregunto confuso
-sabes que me fui de mi casa, estabas parado afuera viendo todo ¿Antonio? Lo siento olvide tu nombre- le dije nerviosa, no lo conocía bien sabía que era mi vecino y la verdad no tenía donde más ir
-Anthony- dijo con la voz cruda –y ¿no tienes donde más ir, una tía, tu abuelo no se alguien?
-lo siento Anthony, la verdad es que no soy de tener amigos y no conozco a ningún familiar, era lo más cercano que tenía- sentí ganas de llorar me veía patética, veía en su rostro que no me quería en su casa pero no tenía donde pasar la noche, una lagrima se escapó, por solo pensar en todo… y Anthony lo noto, me sonrió de forma tierna y me tomo del brazo delicadamente
-entremos, si quieres toma una taza de café- se notaba lo poco que lo conocía.
ANTHONY:
Nos serví una taza de café y unas oreos que tenía guardadas, creo que me dio lastima verla tan indefensa, porque solía ser todo lo contrario o al menos en el instituto, era bastante seria, solitaria, ruda y estar a la defensiva siempre, hoy era todo lo contrario, veía cuanto estaba sufriendo, solían caerle pequeñas lagrimas que intentaba ocultar, no quería preguntarle qué había pasado pero lo hice para salir de las incomodas miradas.
-¿qué paso?
-mi familia es una idiota
-no preguntare si no quieres- vi como apretó los labios para evitar llorar, se veía indefensa y triste, jamás la había visto así, creo que nadie la había visto así de frágil.
-debo irme –soltó de repente
-¿A dónde?
-a quien le importa a donde vaya, me iré y ya
-puedes quedarte -le dije
-tu madre es amiga de la mía, si me ve aquí se lo dirá
-si quieres en la casita de muñecas, puedo hacerte un espacio ahora y pasar un par de noches ahí
-si… está bien- terminamos el café y ordenamos la casita, armamos una pequeña cama, después de todo era una casita de muñecas bastante grande. Esa casita no era mía, cuando mi hermana mayor era pequeña se la construyeron, yo aún no nacía, pero luego de mi nacimiento, mi padre se fue, casi no lo conocí y mi hermana creció y hoy en día está comprometida y viviendo en Europa con su novio.
Antes de salir le dije buenas noches ella solo sonrió, no entiendo a las mujeres y creo que jamás lo hare, victoria nunca me había hablado y cuando huye mi casa es su primera opción.
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razones para esconderte #1
Teen FictionAnthony un dibujante por excelencia reconocido solo por su madre, el cual tiene poco amigos uno de ellos es Nick un mujeriego de cabello rubio y rizado el que está enamorado de la vecina de Anthony; Victoria Madison, Vicky, una muchacha de dinero ba...