razones para esconderte #1

8° capitulo: Zack

-¿lo sabes?

-soy vieja pero no tonta- el silencio inundo la cocina y mi abuela tenía una sonrisa en la cara –vamos que esperas, trae a la chica- me levante medio confundido y entre en mi habitación, Vicky aun leía

-mi abuela quiere que… bajes- me sonrió y puso su mano para que la ayudara

-ella entro a la habitación y me vio, yo ya no podía hacer mas

-¿sabe que nadie puede saber que estas aquí?

-en parte- me respondió la chica, hablábamos mientras bajábamos las escaleras

Nos sentamos en la mesa y nos sirvió un plato con “pie de frambuesa” a cada uno

-así que han estado aquí los dos solos- le dio una cucharada al postre –espero que hayan usado condón- ambos nos atoramos y abrimos los ojos como platos –yo también fui joven- nos señalaba con su cuchara

-no señora nosotros…- mi abuela la interrumpió

-nona, dime nona, continua cariño

-bueno, nosotros no… solo Anthony me mantiene oculta aquí por un tiempo

-ajá, si claro y ¿me van a decir que mi nieto a dormido en el sofá todo este tiempo?

-bueno, no exactamente- me rasque la nuca

-y dime jovencita ¿de qué te ocultas?

-de mi familia- dijo algo apenada

-y ¿porque?- dijo con su voz de anciana

-mi madre esta medio loca, y mi padre está haciendo que sus agentes me busquen

-¿la señora madison? Esa esta chiflada- los tres reímos a carcajadas

-ya me entiende

-inocente víctima de la locura de su madre- Vicky asintió con la cabeza –bueno niños terminen el postre y vayan a dormir- nona se levantó y se dirigió a la pieza de mamá

-buenas noches- dijimos al mismo tiempo

Terminamos de comer cuando nos dirigíamos a la habitación y Nona me llamaba desde la habitación de mamá

-¿todo bien? –dije desde el marco de la puerta

-ven aquí- me dijo mientras sacaba algo de su maleta, no podía ver que era así que me acercaba con cuidado como me lo había pedido ¿dinero? Pensé por un momento, tomo mi mano y soltó el contenido adentro, cerrándolo para que no lo viese –yo estaré con mis audífonos… pero no abusen ¡eh!- mantenía mi mano cerrada mirándola fijamente –cierra la puerta por favor- me pidió mi abuela al salir

Caminaba por el pasillo y la intriga me comía por dentro, abrí la mano con la enorme esperanza que dinero hubiese adentro. La abrí con cuidado y me encontré con tres sobres plateados, ¿enserio abuela? ¿Condones?

-¿para que llamaba?- lance los tres condones a la cama para mostrárselo

-y… ¿tú quieres?- me dijo con una voz tierna y unos lindos pantaloncillos que lucían sus delicadas piernas y buen trasero, se estiro en la cama como si estuviera esperando que avanzara, cerré la puerta por detrás de mí y me lance arriba de ella besando su cuello de a poco hasta llegar a sus labios, la chica proseguía quitarse la blusa y yo la mía, ella estaba en sostenes y yo con el abdomen descubierto, mi mano estaba unos centímetros abajo de sus senos, avanzando a tocar uno y en medio de los besos, ella me detuvo

-¿Qué ocurre?- le pregunte

-está tu abuela

-¿y?