El Misterio De Bella

Capítulo 16

Bella

Me despierto por la luz de la ventana en mi rostro, siento una presión en el abdomen por el brazo de Brad que envuelve mi cintura y noto su pesada respiración en mi cuello.

No puedo creer que haya dormido con él en mi cama, con mi hermano al otro lado de la pared.

Con cuidado quito su brazo y poco a poco me deslizo por la cama para no despertarlo, pero éste ni se inmuta, es más, se acomoda boca abajo abrazando mi almohada.

Me pongo la bata y salgo de mi habitación al baño, me lavo la cara y cepillo mis dientes; luego me dirijo a la cocina para prepararme un café.

Me sorprende ver a Liam frente a la cafetera.

Y me sonrojo al instante, ¿Y si se molesta? bueno, no debería, soy mayor de edad, a demás él se queda con Ana casi todos los dias.

Pero igual me sonrojo y me apeno.

- Buenos días - susurro.

Liam se da la vuelta y me sonríe.

- ¿Dormiste bien? - pregunta con picardía.

¡Hay no!

- Sí - me siento en el comedor y me pasa una taza de café.

- Eso vi - dice y se sienta a mi lado.

Esto es incómodo.

- Ujumm - me limito a decir y tomo de mi taza.

- ¿Vino muy tarde? - sigue preguntando.

Ya cambia de tema- pienso.

- No tanto.

- ¿Usaron protección? - abro los ojos como platos.

- ¡Liam! - chillo.

Ríe.

- ¿Qué? soy tu hermano, tengo que orientarte.

- Recibí orientación sexual en la universidad, gracias - le informo para que cambie de tema pero él sigue.

- Me imagino, pero no es lo mis...

- ¡Ya cállate! ademas no hicimos nada - Hay Dios que desesperante.

Alza las manos inocente y ríe, no aguanto y me uno a él.

- Los vi muy abrazados - susurra.

¡Que pena!

- ¡Me voy! - cojo mi taza y me marcho a mi habitación.

Liam ríe.

Nota mental: Poner seguro a mi puerta.

Sólo cuando venga Brad.

Y mi conciencia no me ayuda.

Entro a mi habitación y Brad está despierto con una gran sonrisa en el rostro.

- Buenos días - habla con la voz ronca.

Se sienta en la orrilla de ésta y lo reparo sin pena, sacudo la cabeza y sonrió nerviosa.

- ¿Dormiste bien? - me siento a su lado.

Su confesión de anoche llega a mi mente.

- Muy bien - asiento - gracias Bella - no me deja hablar- por escucharme y dejarme quedar.

- No tienes porque darme las gracias - sonríe.

- Escuche a Liam.

- Si ya despertó y está muy fastidioso - advierto cuando lo veo dirigirse a la puerta.