En la oscura noche en las montañas, se encontraba un chico de cabellera castaño oscuro, que vestía un chaleco negro, unos jeans azules, unos guantes negros y unos zapatos rojos y un bolso café, su cabellera era lo suficientemente larga para cubrir algunas cicatrices, pero no en su totalidad.
El joven iba corriendo debido a que por las pintas de las nubes que había en el cielo, pareciera que iba a llover.
(Mierda, justo ahora se tenia que poner a llover, lo mejor sera buscar un refugia lo mas rápido posible) - pensó nero.
El joven corrió lo mas rápido que pudo, hacia las montañas, debido a que el sabia que en ellas había un templo que estaba algo descuidado, tal vez no sea el mejor sitio a donde ir, pero le serviría, para protegerse de la lluvia.
Después de una hora subiendo las montañas, llego al templo todo empapado.
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Bueno, al menos llegue que es lo que cuenta - diría nero.
El joven apenas entro vio algunos palos tirados en el piso, el este los tomo procedió armar algo.
Puede que no sea como una soga pero al menos me servirá - diría nero.
Sin mas nero procedió a quitarse la ropa mojada que tenia y la dejo en los palos, para luego sacar otra muda de ropa igual a la que tenia puesta, el cual procedió a ponerse.
(Bueno al menos con esto no pillare un resfriado) - pensó nero.
Sin mas el joven procedió en quedarse dormido en el suelo, con tal de descansar esta noche y mañana seguir con su viaje. Al día siguiente, nero se había despertado, algo adolorido, debido a que el se durmió en el frió y duro piso.
El joven reviso si la ropa que se le había secado, y para su desgracia aun estaba algo húmeda.
(Solo espero que no me vaya a mojar el bolso) - pensó nero.
Sin mas el joven, guardo su ropa húmeda en su bolso y procedió a irse del templo no sin antes mirarlo por ultima vez. Para luego irse del lugar.
El joven ya había caminado por un rato, desde que dejo el templo, pero por alguna razón el sentía que algo malo le iba a pasar.
(Solo espero no toparme con ese viejo de mierda) - pensó nero.
Pero sin previo aviso, la realidad empezó a distorsionarse, cosa que alarmo al joven el cual se preparaba para dar un puñetazo si era necesario.
Al fin lo encuentro - diría una voz misteriosa.
Nero al oír la voz, volteo y lo primero que vio fue un señor encapuchado, iba todo de negro y por nada del mundo se le podía ver la cara.
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