Capitulo 7 - El Cuarto Arcángel

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"Por esto todo hombre quiere tanto dejar en su propia casa un hermano que pueda vengarlo." - Homero

Por favor ya basta —Eran las palabras que Goku escucho atrás de el mientras ahorcaba a Ludociel con los órganos de este. Goku se voltearía lentamente, pero se sorprendería al ver a una muchacha de apariencia menuda, frágil y bastante atractiva, que destaca por su largo cabello de tono plateado, algo que también era evidente eran las dos pares de alas que tenia en la espalda (algo que a Goku le disgusto demasiado), su vestimenta consistía de un vestido sin mangas de color blanco con una corbata morada, además de que el cuello exponía su espalda. Llevaba unos pantalones negros y zapatos de tela adornados con un listón— ¿Quién eres? y ¿Quién te crees para venir e interrumpir mi venganza? —Preguntaría Goku con una mirada demasiado fría— Yo me llamo  Elizabeth y soy la hija de la Deidad Suprema. —respondería Elizabeth ante la pregunta de Goku— No me importa quien seas, lo que me importa es el ¿Por que me interrumpes? —preguntaría Goku— No te puedo permitir que les quites la vida a mis compañeros. —Respondería Elizabeth— No seas estúpida, no tienes el poder suficiente para derrotarme. —Agregaría Goku fríamente ante la respuesta de Elizabeth— Eso lo se, pero podemos llegar a un acuerdo, para que ya no se derrame más sangre. —Diría Elizabeth— Bien y ¿Cuál es tu propuesta? —Preguntaría Goku, ya que quería escuchar lo que la diosa tenia que decir— Escúchame, como muchos saben en nuestro cuartel resguardamos las dos espadas aladas y también yo poseo la capacidad de curar a cualquier individuo, por eso les propongo que se vallan en paz a cambio de que cure a todos tus amigos y una de las espadas aladas. —Diría Elizabeth. Mientras Goku lo pensaba y cambiaba miradas con su compañeros, Ludociel empezaría a comunicarse con Nerobasta quien estaba dentro de la torre.

En la torre de Stigma

Nerobasta estaba de espaldas adelante de una gran puerta blanca con algunas estatuas angelicales de mármol que la adornaban y también adentro de esta se observaba una gran luz blanca la cual podría segar a cualquiera. Nerobasta estaba parada adelante de la puerta con los ojos cerrados, hasta que escucho la voz de Ludociel agonizando— Nerobasta... ve... al reino celeste... y busca a Mael. —Ordenaría Ludociel— Pero mi señor Mael se fue hace unos momentos no creo que sea prudente... —No terminaría de hablar cuando Ludociel le gritaría— ¡¡¡NO ME IMPORTA!!! NEROBASTA TRAE A MAEL EN ESTE INSTANTE —Nerobasta por el miedo que le infundía el arcángel, se dirigiría rápidamente a la puerta del reino de las diosas y entraría perdiéndose en la luz.

En el Reino Celeste

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En el Reino Celeste

En una llanura llena de flores de diferentes colores y con un cielo azul despejado se encontraba un hombre sentado mirando el sol, este era de cabello claro, largo y rizado. Poseía además dos pares de alas, con el primer par siendo de mayor tamaño que el segundo. También su vestimenta consistía de un armadura plateada, la cual en el peto tenia el símbolo de los arcángeles en medio, y también se podía ver que la armadura no poseía mangas dejando al aire los fuertes brazos del individuo.

Hermanos o Enemigos (Nanatsu no Taizai y Dragon Ball)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora