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Capítulo 4: Problemas
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Su cuerpo dolía horrores, pero podría decirse que valía la pena.
Giró la perilla de aquel viejo departamento donde se estaba quedando, no era el mejor pero no podía darse el lujo de pagar uno más decente.
Al entrar, lo primero que pudo ver era un comer con una mesa y dos sillas, una barra que conectaba con la cocina, una televisión en un viejo mueble y tres puertas, una para el baño y las otra para las habitaciónes .
Camino hacia el baño y en el camino tiró su mochila en la mesa, al igual que con sus llaves. Luego de una reconfortante ducha, su cuerpo ya no dolía, privilegios de ser hija de alguien como su madre es.
Luego de vestirse con una polera negra que tapaba sus brazos y llegaba hasta casi sus muslos, un jean del mismo color y sus botas militares. Cepillo su cabello tranquila mientras miraba su reflejo en el espejo.
-pequeña, eres tu?- se escucho una voz desde la habitación continua, haciendo que la pelinegra saliera rápidamente de donde estaba.
-si , no quise molestarte, creo que dormías- sonrió apenada y se sentó en un sillón cercano a la cama de antonio.
-un día de estos me matarás de un infarto- bromeó , pero ella no rió como el , solo lo miro sería - lo siento, no me acostumbro - ella tomó su mano entre las suyas y las acarició mientras relajaba su ceño.
-no pasa nada, es solo que sabes que no soy mucho de bromas- se excusó rápidamente - tu comida está en el refri, caliéntala por dos minutos y listo, yo tengo que salir - explico mientras soltaba su mano, pero Antonio volvió a tomarlas.
-Otra vez? Crei que ya habíamos hablado de esto freya- espetó mirándola triste, si bien no estaba feliz con su estilo de vida, no podía hacer nada desde su situación.
Hace ya algunos años, cuando Freya comenzó aquel estilo de vida que tanto le disgustaba a Antonio, siguió yendo todos los miércoles al panteón, en secreto y sin ser descubierta, exceptuándolo a él, quien siempre supo que en realidad no había fallecido en aquel incendio.
Pero cuando aquel adorable señor enfermó, aunque no fuera nada grave, solo la edad, debía cuidarse y dejar de hacer esfuerzos como trabajar.
Fue ahí cuando Freya rentó otro departamento y comenzó a hacer más trabajos para pagar los medicamentos de el, pero no es suficiente con los medicamentos, necesita tratamiento médico , pero no hay dinero suficiente para eso.
A nadie le importa pagar para que maten violadores o asesinos, solo pagan para que terminen con la vida de personas importantes como políticos.
Y eso no está en los planes de Freya, aunque no le importa a quien asesina, tiene sus códigos, no mata niños ni personas que realmente no lo merezcan, es algo que aprendió de su madre.
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2 | Freya [Natasha Romanoff]
FanfictionElla quería que Freya sonriera, ella quería verla feliz. Freya quería que ella la dejara en paz, Freya quería deshacerse de ella. Ella tocó su frío corazón y lo calentó. Freya se asustó, no podía permitir que nadie lo derritiera. Freya saltó a un po...