SIEMPRE A TU LADO

1-El Asesinato de la Calle 13

Despertar con las primeras luces del alba, era una costumbre que atesoraba desde la niñez. Poder apreciar como el cielo se iluminaba con los rayos del sol bañando todo a su paso, con tonos cálidos entre azules, naranjas y violetas. Tal cual como si fuera un artista pintando un lienzo.

Como todas las mañanas, aprovechaba la soledad y el silencio que me regalaba la ciudad de Shadow, a esas horas tempranas. Esperar antes de dirigirme a la escuela, y poder recostarme en el marco artesanado de madera que rodeaba mi ventana, para apreciar los geranios de colores vistosos y hojas verdes estipuladas, cuyo aroma suave y dulce calmaba mis pensamientos.

¿Y por qué necesito esa calma? Pues...Ya estoy próximo a cumplir mis dieciocho años. Edad en la que todo heredero de una familia de Cazadores, debe ingresar al Mundo de la Sangre. No es una idea que me agrade, pero dadas las circunstancias, no tengo otra alternativa más que obedecer.

Mi nombre completo es Xiao Zhan, Para muchos llevar ese apellido significaba grandes responsabilidades y beneficios. Sin embargo, para mí es como una cadena que me ata a la muerte.

Suspire intentando relajarme, y termine de alistarme para poder llegar a tiempo a la primera clase del día. Solo una clásica polera larga color negro y unos pantalones oscuros. Normalmente no soy de prestarle mucha atención a mi vestuario, aunque eso es poco necesario, debido a mí atractivo.

Verán, uno de los beneficios de ser un Xiao, es que tengo los rasgos de mi familia. Mi cabello azabache que cae alborotado sobre mi piel lechosa, estrellada con algunos lunares.Mis labios rojos y carnosos, ojos color avellana y por último una gran sonrisa con dientes de conejo. Sí, soy toda una lindura.

Pero dejemos de hablar de mí, y continuemos con ésta historia.

Revise rápidamente que estuviera todo lo necesario en mi maleta para poder estudiar como es debido, y finalmente salí de mi habitación bajando las escaleras al primer piso.

--Buenos días cariño, parece que hoy despertaste con ánimos--comento mi madre acercándose con una sonrisa

--Buenos días, por supuesto que amanecí bien. Ya estoy aceptando el echo de que en cualquier momento moriré por hacerme cargo del apellido de la familia--murmure

¿Qué? No me juzguen. El sarcasmo a sido parte de mí desde pequeño, y ahora que estoy molestando e indignado, no puedo evitar hacer uso de el.

--Entiendo que estés molesto. Pero sabes perfectamente que es una obligación muy importante que cumplir. Muchas vidas dependen de eso, y sé que eres capaz de lograrlo

--Supongo...

Hace más de ochenta años, los ciudadanos de Shadow vivían una vida tranquila. Rodeados por un inmenso bosque de abetos y altas montañas nevadas que se veían decoradas por el hermoso cielo.

Pero de repente, durante una noche estrellada aparecieron cadáveres regados en las calles, manchando el pavimento de sangre y mostrando con horror, cuerpos mutilados y devorados. El pánico se esparció por todas las familias más rápido que el fuego. Y en sólo unas dos semanas toda la ciudad sabía de la existencia de criaturas que se alimentaban de carne humana.

Los ancianos les decían Bestias. La única información que teníamos de ellos era que necesitaban de nuestra sangre y carne para sobrevivir. Podían ser cualquier persona que vieras pasar, o con la que mantuvieras una conversación.

Su apariencia era como la nuestra, y no desprendían ningún aroma o algo que nos permitiera identificarlos. Esto solo les facilitaba permanecer en las sombras acechando como si todos fuéramos sus posibles víctimas en una cadena alimenticia que nos negamos a aceptar.