Durante varias décadas, los habitantes de la ciudad de Shadow han sido atacados por Bestias que se alimentan de los humanos para hacerse más fuertes. Zhan es el hijo mayor de la familia Xiao un linaje de Cazadores que se dedican a matar a estas cria...
Sabía que enfrentarnos a las Bestias sería peligroso. Pero ver la nieve teñida de sangre y a nuestros aliados heridos era muy distinto a imaginarlo.
El Circulo de Sangre había logrado su cometido.
Mi forma de Lobo se mantenía quieta, dejando que su energía proveyera lo suficiente como para ayudar. Yue Yang lucia más cansado debido a la gran cantidad de sangre que tuvo que dar para activar el hechizo, y por último el abuelo Wang, quien ya necesitaba de donde sostenerse.
Era un esfuerzo en conjunto, que finalmente brindaba frutos.
Las Bestias se retorcían y arañaban su propia piel, mordiéndose a sí mismas y dejando salir chillidos de dolor. Su purificación era desgarradora de ver, pero necesaria para acabar con esta guerra.
Algunas se negaban a caer, enfrentándose a los Cazadores o Protectores cercanos a ellas. Aún sabiendo que morirían en el intento volviéndose cenizas.
Una sensación de angustia creció desde mi interior. Como un miedo que se expandía por mis venas.
Wang Yibo ya estaba en su forma humana, y se aproximaba a nosotros para ver si mi salud era buena. Su rostro es lo suficientemente preocupado como para no notarlo.
De pronto, una de las criaturas saltó sobre él atacándolo por la espalda. Era como un puma, pero de piel escarlata y del tamaño de uno d ellos lobos.
Sin duda era de los más fuertes, dada su resistencia.
Si pensarlo, deje salir un gruñido y salte del círculo cayendo sobre la criatura y haciendo que ambos rodaramos sobre la nieve. Al ser el que más cerca estaba, no tenía tiempo de dudar.
¡Mi deber es proteger a mi Alfa!
Nos enfrentamos clavando las garras el uno en el otro. Con los colmillos apuntando al contrario en busca de matar. Lamentablemente mi condición no era la mejor debido a la energía que di, así que la Bestia logro hacerme caer y en un descuido mordió cerca del vientre.
Un chillido se escapó de mi garganta, el dolor de la perforación de sus colmillos en mi carné fue de lo de menos. Solo podía pensar en si eso afectaría a los cachorros.
Cuando intento moverse nuevamente, Yibo apareció en su forma de Alfa atrapándolo del cuello con su osico y sin soltarlo uso su rabia para destrozarlo.
El dolor paso por todo mi cuerpo, haciendo que me retorciera hasta regresar a mi forma humana.
Baje la mirada y note la sangre que salia de mí, el pánico es terrible y empiezo a patalear sin poder calmarme.
Mis padres, los Wang y los demás se acercan para ver mi estado asustados.
--Esto es malo, muy malo--dice la señora Wang--Está demasiado herido como para cambiar a su forma de Lobo, y los cachorros están en peligro
--¡No!--grite aterrado--¡Saquelos!
--No puede sacarlos mientras seas humano. Las veces que se ha intentado nacieron muertos--exclamo la anciana Black--Me temo, creo que no se podrá salvarlos...
--¡Lo haré! ¡Cambiaré!--grite intentando aguantar el dolor
--¡No!--gruño Yibo sujetándome--¡Si lo haces puedes morir! ¡Estas demasiado herido! ¡Fijate en la sangre!
--¡Son tus cachorros!--insistí tratando de hacerlo entrar en razón
--¡Tú eres mi Omega! ¡No te perderé! ¡No puedo! ¡No puedes dejarme!
--¡No los dejare morir!--gruñi mostrando los colmillos
--No puedes morir... Zhan-ge no puedes dejarme...--pidió asustado
--Son mis cachorros...No los puedo dejar...--respondí con lágrimas en los ojos
Los Protectores usaron la madera para poder subirme en algo firme, y llevarme hasta la casa mas cercana que era la de los Ayan.
Mis padres ayudaron a colocarme sobre las sábanas agrupadas, mientras Lu, la señora Wang y la anciana Black se preparaban para que pudiera cambiar.
La habitación estaba vacía, solo con ellas tres cuidándome y Wang Yibo en la puerta agarrándose del cabello alterado.
En cuanto me dieron la señal, use todo de mí para poder cambiar a mi forma de Lobo. El dolor era terrible y crecía a cada instante, quemando y ardiendo.
Luego de intentar entre lágrimas que fuera posible, cambie a mi Lobo, pero en cuanto lo logré caí sobre las sábanas con las heridas más grandes y la respiración agitada.
--No tenemos el fruto para que no sienta el dolor...--susurro la anciana
--Zhan, cariño...--murmuro mi madre entrando
--No puedes entrar Cazadora, es peligroso--advirtió Lu
--Por favor, tienen que evitar que muera--pidió Yibo arrodillándose al costado de mi cabeza--¿Se puede hacer algo?
--¡Tengo una idea!--interrumpió Yue corriendo hasta ellas--Si mi sangre es capaz de curar las heridas, la usaremos para que puedan sacarlos
--Necesitaríamos demasiada, para eso se juntaría en días, si lo intentas ahora sería peligroso--dijo la señora Wang
--Puedo hacerlo--instó tomando la daga y apuntándola a su brazo
--Yue...--hablo Ayanga tomando su mano
--Estaré bien, solo cuida que no me desmaye
--Gracias...--sonrió Yibo antes de tomar mi rostro y unir nuestras frentes--Lo lograrás...
--¡Saquelos!--exigí decidido en un gruñido
La anciana Black tomo la espada de mi padre, y la clavó en mi vientre para poder abrirlo. La sangre salió con fuerza al igual que un grito mío por el dolor.
Lu volteo la mirada aterrada, buscando poder concentrarse en la pared mientras me sujetaba. La señora Wang repito lo mismo aún sin soltarme, pero podía oler el temor en su palpitar.
Los gritos continuaron al igual que los chillidos. Yue se hizo un corte a lo largo del brazo y aguanto el dolor mordiendo el otro, dejando que su sangre cayera sobre mí.
Pronto mi cabeza empezó a sentirse aturdida. La vista borrosa y la habitación dando vueltas. Solo la voz de mi Alfa pidiendo que me quede con él, podía escuchar.
Los sonidos de dos bebés llorando me regresaron a la realidad. Desviando mis pupilas ámbar en su dirección y viendo cómo eran envueltos en sábanas para que mi madre se los llevara.
Suspiré más tranquilo, todo se hacía más oscuro a mi alrededor. Como si las luces se fueran desvaneciendo.
Yue cayó al suelo por la enorme pérdida de sangre, y Ayanga apretó su brazo para que la herida se curara y sellara con su propia esencia.
--Lo hiciste...Zhan, vas a estar bien...
Fueron las últimas palabras que escuche antes de caer inconsciente. . . . . . .
Holissssssss preciosurassssssss, este capítulo fue un poco fuerte jejejejeje... ♥️♥️ ya estamos cerca de terminar esta historia ♥️ 🙋Continuamos con la maratón 😘
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