Relatos Bingyuan

Te elegí a ti

El cielo ya estaba oscuro, la noche finalmente hacía presencia anunciando que pronto acabaría el festival. la fogata ya estaba prendida, los malvaviscos asados, los amigos reunidos y las parejas buscando algo más de privacidad.

Luo Binghe miraba a su alrededor, buscando a su mejor amigo y de la persona de la cual él estaba completamente enamorado, Shen Yuan. Con el cual había quedado de verse cuando la fogata ya estuviera prendida. ambos pasaron el día con sus respectivos amigos, pero también, juntos decidieron que el final del festival lo pasarían el uno al lado del otro.

Luo Binghe, ahora un joven de 18 años, de cabello largo y ondulado, amarrado a una coleta alta, cuerpo ya dejando completamente la adolescencia para abrirse paso a la adultez, de 1,76 de altura y aun faltando crecer. No podía evitar recordar cuando conoció a Shen Yuan y como se hicieron amigos.

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Luo Binghe de en ese entonces 12 años había llegado a una escuela completamente nueva. Su madre acababa de fallecer hace poco, por lo que ahora estaba al cuidado del estado. como aún era un niño la prioridad era que terminara todo su ciclo escolar, después de eso se las tendría que arreglar él solo.

Su primer día por suerte no fue especialmente malo, ya que en la escuela en la que estaba, la mayoría por no decir la totalidad de los niños y niñas que asistían tenían problemas, ya sea, económicos, teniendo solo a su padre, solo a su madre o como en el caso de Luo Binghe, no teniendo a ninguno.

Lamentablemente, a pesar de que muchos de los niños se encontraban en situaciones similares a la de él, le fue simplemente imposible hacer algún amigo. Muchos de los niños por alguna razón se burlaban de él, lo apuntaban con el dedo, lo insultaban, lo aislaban e incluso llegaron a agredir, solo por el hecho de que Luo Binghe tenía un extraño color de ojos, el cual era rojo.

Tratándole como un demonio, como un ente malvado, lo aislaron y le ignoraron. Todo eso transcurriendo apenas 1 mes desde que había llegado.

Un día, mientras caminaba a su pupitre doble, en el cual, el asiento junto a él siempre había estado vacío, hoy se encontraba con alguien.

Luo Binghe no sabía quién era el chico o lo que quería, pero le pareció completamente imposible que alguien se sentara junto a él por gusto —" Tal vez sea una broma o un reto" —Pensó amargamente Binghe mientras ignoraba al chico y se sentaba en su asiento habitual. Pero muy en el fondo, Luo Binghe todavía albergaba la esperanza de tener un amigo.

El chico pareció tampoco prestarle mucha atención, por lo que las siguientes clases las pasaron completamente en silencio. Cuando llego la hora del almuerzo Binghe saco su almuerzo y se levantó para irse a comer a su escondite, cuando repentinamente escucho un —" Disculpa..."— el cual provenía de su compañero de banco. Luo Binghe lo miro con el rostro más neutral posible esperando a que el chico continuara.

—Siento que de alguna forma comenzamos mal... y ya que somos compañeros de pupitre la verdad es que no me gustaría hacerte sentir incomodo o algo.

Luo Binghe estaba muy acostumbrado a ser tratado amablemente solo para que justo después fuera humillado o golpeado, por lo que respondió un simple —" No te preocupes"— y se fue, dejando al chico triste y desconcertado.

las semanas pasaron y Luo Binghe no volvió a interactuar con el chico, los trabajos y tareas que se les asignaban eran individuales, por lo que tampoco tuvieron verdaderos motivos para hablar, a pesar de los esfuerzo de su compañero por crear una charla, Luo Binghe no se permitía bajar la guardia y seguía reacio a cualquier tipo de contacto humano, quedándose solo en los recesos, en el almuerzo, volviendo solo al orfanato sin nunca conocer lo que es el salir con tus amigos después de la escuela.