Algunas personas le importaran poco esta advertencia pero bueno tiene contenido de Lemmon obviamente van a ser mayores de edad, así que ese es el mensaje que quería dejar sin más le dejo el capitulo. Si notan algunos cambios de la personalidad de la Rayis es que me inspire en unos One shots. Ahora si les dejo con el capitulo.
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_______ pov:
No sabia que pensar de Sakura, una compañera de la academia Ninja. Toda la vida me estuvo siguiendo, atrás de mi como si fuese una estrella de cine o alguien famosa, o algo así. Crecimos y no cambio la situación, de hecho creo que empeoro, cuando nos volvimos Jonin.
La de cabellos rosa no se me despegaba en ningún momento de mi, con esos ojos jade y su manera de morder su labio cuando me veía, estaba sin saber que hacer.
Por otro lado, yo era un poco tímida con estos temas, nunca había tenido novia, y mucho menos llegue a pensar en tener una novia. Yo solamente quería dedicarme a entrenar y volverme más fuerte para matar a Itachi, ser la mejor en todo lo que hiciera, supongo que eso era algo clásico de las Uchiha.
Creo que Sakura tenía una extraña fijación por los Uchiha. Pero no podía negar que era linda, y que me ponía en verdad muy nerviosa, no sabia como reaccionar cuando se me acercaba o me miraba.
Podía ser que no muchas personas no vieran la belleza de Sakura, pero yo si, a pesar de casi nunca dirigirle la palabra, o nunca aceptar sus salidas a comer o pasear, ella se me hacia una chica muy atractiva. Sin embargo, como ya dije, yo no estaba acostumbrada a esta clase de cosas.
Un día, Sakura me invito a su casa ya que me iba a dar unos libros que ya no le servían, y como me gustaba leer y aprender nuevas técnicas ninja, me lo comentó. Finalmente acepte una de sus invitaciones, y acordamos que llegaría a su casa a eso de las seis de la tarde.
Cuando me abrió la puerta, una gran sonrisa se dibujo en su lindo rostro, y yo correspondí de la misma forma. Entre y cerro la puerta, fue cuando me di cuenta de que sus padres no estaban, solo éramos ella y yo. Me indico que la siguiente era a su recamara, que era donde estaban los libros.
Iba subiendo las escaleras, y mientras hacia eso, me daba una un golpe en mi trasero, entre risas que parecían inocentes, pero la verdad no sabia como sentirme, pues a pesar de que había sido una especie de juego, me gusto sentirlo.
Entramos a su cuarto y de nuevo Sakura cerró con seguro su puerta, y se acerco a la orilla de la cama donde se sentó y suspiro con una sonrisa. Yo no comprendía muy bien los que sucedía en ese momento, y no veía libros por ninguna parte.
