El Equipo Siete se encontraban navegando en un barco.
Sakura: Esta neblina es tan espesa. No se puede ver nada.
Naruto: *Mirando hacia la nada*
Señor: El puente ya no está lejos. Estaremos en la Tierra de las Olas muy pronto.
Naruto: *Entre cierra los ojos*
La neblina se estaba distorsionando dejando ver a un puente arriba de ellos.
Naruto: ¡Wow! ¡Es inmenso!
Señor: Cállate, Niño. Ya se lo dije. No hagan ruido. ¿Por qué creen que estamos viajando así, con el motor apagado y a remo, moviéndonos a través de la densa neblina? Para que no puedan vernos.
Naruto: *Se tapa la boca*
Kakashi: Señor Tazuna... Antes de llegar al muelle, quiero pedirle una cosa. Con respecto a los que lo perseguían, necesito saber por qué. Si usted no nos lo dice, temo que tendré que dar por terminada la misión. Cuando toquemos tierra.
¡EL ASESINO DE LA NEBLINA!
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Tazuna: No tengo otra opción más que contarte. Como tú dijiste, esto se sale del alcance de la misión original. El hombre que quiere mi visa es pequeño, pero tiene una sombra grande y mortal.
Kakashi: ¿Una sombra mortal?
Tazuna: *Asiente*
Kakashi: ¿Quién es?
Tazuna: Tú lo conoces. A l menos, se que has oído su nombre. Es uno de lo hombres más ricos del mundo. Un magnate de las embarcaciones llamado Gato.
Kakashi: *Se sorprende* ¿Gato? ¿De Transportaciones Gato? Un líder de los negocios, todo el mundo lo conoce.
Naruto: ¿Quién? ¿Quién? ¿Qué? ¿Qué?
Tazuna: Gato. Es un respetado ejecutivo de una famosa compañía, eso es cierto. Pero por detrás y con métodos despiadados, toma ventaja de sus rivales en los negocios y en las naciones. Vende droga y hace contrabando utilizando pandillas y ninja. Fue justo hace un año que Gato posó su mirada sobre la Tierra de las Olas. Él vino a nuestra isla y usó el dinero de su fortuna para tomar el control total de todo el transporte y las embarcaciones. Cualquiera que interfiera en su camino simplemente desaparecía. En una nación que es una isla, el que tiene el control del mar, tiene el control de todo: finanzas, gobierno, nuestras propias vidas. Pero hay una cosa a la que él teme: El puente. Cuando esté terminado, nos comunicara con tierra firme y eso le quitará el poder. Yo soy el constructor de ese puente.
