Miedos ( capitulo 8 )

616 55 14
                                    

Jimena's pov:

Despierto de mi sueño, pesadilla mejor dicho, tengo el corazón a mil por hora, necesito aire fresco. Intento salir de la cama y noto una presión en mi cintura, Emilio, sonrío al notar que me abraza con fuerza para no dejarme ir. Notar que emilio me abraza en lo que duerme y la tranquilidad con lo que lo hace, aumenta mi necesidad de tomar aire fresco. Me las arreglo para quitar su mano de mi cuerpo, no sin antes escucharlo pedirme a medio dormir que me quede, le digo que voy al baño y deposito un besito en su frente. Se queda dormido sonriendo y llena mi alma con ese simple acto. Me dispongo a subir a la terraza.

Observo el mar un tiempo, mi corazón se calma y pienso mucho en mi sueño, en Emilio dormido abrazándome, lo que me dijo cuando hablamos. Miles de pensamientos cruzan mi mente, todos se relacionan a él y a mi sueño. Mis miedos, mis miedos de no ser lo que él busca, de que eso me duela más de lo que debería, tengo miedo a entregarme... Iván tiene razón, no se si tengo el corazón de Emilio en mis manos, pero el sin dudas tiene el mío en las suyas, desde hace rato. 

Emilio's pov:

Me quedo despierto con una sonrisa, ojos cerrados esperando a que jimena salga del baño, me preocupa que no vuelva pronto. Observo por fin el cuarto, no está en el baño así que me dispongo a buscarla por el hotel, salgo a la entrada que tiene directo a la playa, no está ahí, observo el comedor, tampoco, intentaré la terraza y si no está ahí saldré a caminar por la playa. 

Abro la puerta de la terraza, y observo un enano cuerpo de mujer apoyado en el borde que da al mar, siento un relievo al encontrar a mi enana. Sin hacer ruido me acerco a ella.

-Enana- Digo rodeando mis brazos por su cuello, se estremece por un momento en lo que reacciona a que soy yo. La noto relajarse en mis brazos.

-Mili hola, que haces aquí?- Me mira y me recuerda a aquella noche en cancún, donde sin darme cuenta comenzaba todo lo malo.

-Eso debería preguntarte a ti no crees? Te fuiste en medio de la noche, que pasó?- El miedo me cubre, y si se fue porque le incomodó mi abrazó en lo que dormíamos?

-Solo... necesitaba pensar- Dice suspirando.

-Pensar en que? Está todo bien?- me preocupa lo que puedo decir.

-Estaba pensando en... mis miedos, no se si soy cobarde o inteligente por no enfrentarme a ellos, no se si son miedos o deseos que no me animo a cumplir. Creo que una mezcla de ambos- Recarga su cabeza en brazo 

-Porque tengo el presentimiento que me veo involucrado en todo eso?- Río velozmente, ella igual.

-Ay, atrapada- Se da vuelta mirándome, yo cambio mis manos a su cintura y ella me abraza- Te quiero Emilio, más de lo que debería creo. Iván hoy me dijo algo y me hizo darme cuenta de eso-

-Qué te dijo?- La curiosidad me gana.

-Qué tu tienes mi corazón en tus manos, y yo el tuyo en las mías- de repente me mira a los ojos- no se si yo tengo el tuyo en mis manos, pero tu hace rato que tienes el mío en tus manos. Y eso me da miedo sabes?-

-Primero enana, claro que tu tienes mi corazón en tus manos. Segundo, soy consciente, ahora, que en mis manos tengo tu corazón, no supe cuidarlo antes y lo lastimé, pero no sabía lo que tenía, no lo supe hasta que lo perdí, o hasta que dejé de sentirlo latir por mi. No puedo pedirte que confíes en mi de nuevo tan rápido, o que me dejes tu corazón completo a mi cuidado. Dí por sentado que te tendría conmigo siempre, porque diste todo por mi, soy consciente que luego de perderte y ser un idiota contigo, no va a ser igual. Pero no pienso soltar tu corazón Jimena- le digo en lo que quito una lágrima de su cara.

-Yo... lo sé. Creo. Pero no se si tengo tanto miedo de eso, me da miedo que las cosas hayan cambiado para mal entre nosotros. Me da miedo que te entregues a mi y lastimarte, entregarme y que tu me lastimes, me da miedo lo que dirán si algo llega a pasar, me da miedo que nos ilusionemos y no se pueda dar. Estoy en un limbo entre mandar todo a la mierda y saltar a la puta alberca por ti  , arriesgándome a que este vacía o cubierta , o protegerme cual erizo asustado sin dejar entrar a nadie hasta estar segura que todo irá bien. No se que debo hacer, no se que quiero- Dice frustrada- Te quiero a ti, en mi vida por siempre, con estabilidad y felicidad de una puta vez, pero también quiero cuidarme , cuidarte a ti, ahorrarme el posible dolor, los errores, las decepciones - empieza a hablar tan rápido que no entiendo, la interrumpo.

-Oye oye oye enana yaaa- la abrazo fuertemente y ella llora en mi pecho- No puedo decirte que quieres, pero sí que quiero yo. Te quiero a ti, quiero verte feliz, quiero ser la causa de tu felicidad, quiero despertarme a diario contigo a mi lado, o sabiendo que TU y solamente tu me acompañas en la vida sin importar la distancia, quiero que tengas la libertad de robarme sudaderas a diario sabiendo que son más tuyas que mías, quiero agendarte con el nombre más diabético posible, quiero presentarte al resto como mi pareja, quiero saber que eres mía oficialmente, pensar en un futuro juntos y que me saludes con un beso cada que me veas. No necesito que sea ahora, en este preciso instante, necesito ganarme tu confianza para que no tengas más ese miedo de entregarte. Yo igual tengo miedo de hacerlo mal otra vez, sufrimos mucho Jime, pero ya no permitiré que te vayas de mi vida si? Si saltas a esa alberca, lo hacemos juntos, y si te cierras cual erizo, yo estaré a tu lado esperando a que veas que puedes abrirte conmigo. No estarás sola en ninguna de las opciones, porque no pienso dejar tu lado enana, no más. Te lo dije antes, mi peor error fue dejarte ir, no ver lo que tenía cuando dabas todo por mi, no pienso cegarme ante eso nunca más. - Noto  que su llanto desapareció, nos separamos y me mira. Se abalanza contra mi y me abraza del cuello, yo de la cintura.

-Esto me recuerda a Cancún- susurra en mi oído, mi piel se pone chinita como dice ella, la siento alejarse- A tí no?-

-Fue lo primero que vino a mi mente cuando te abracé al llegar aquí enana- Le digo sin soltar su cintura, ella aún tiene un brazo en mi cuello, el otro en mi biceps.

-A pesar de todo, no cambiaría esa noche por nada en el mundo sabes?- Me mira hermosa como siempre.

-Yo menos Jimena, nunca fui tan feliz como esa noche- Posa su otro brazo en mi cuello, y se para de puntitas.

-Es lindo escuchar eso- dice esto en lo que roza su nariz con la mía- esa noche tú me besaste a mí, es mi turno- dice para luego besarme con la mayor dulzura que eh podido sentir jamás. 

No necesito nada más que esto, solo con tenerla a ella soy feliz, lo demás me vale un centavo de euro. El odio que podamos recibir, las acusaciones, los malos momentos, nada de eso me importa, solo me importa esto. Tener a mi enana en mis brazos, besándome, abrazándome, sonriendo por y para mi, es todo lo que Emilio José Martínez Pérez necesita para tener una sonrisa constante.

Nos separamos con la mayor lentitud del mundo, tiernamente frota su nariz otra vez con la mía y abre los ojos, sonríe y mi corazón se derrite. 

-Eres increíble- le digo dulce, vuelve a acurrucar su cabeza en mi pecho y observamos juntos el mar, la luna y las estrellas, todos testigos de este hermoso momento que se quedará en mi corazón y mente por siempre. 







Destinados ( Jimelio )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora