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El apellido puede ser como magia para algunos pero, no para mi...

SAMMY

Crecí con cinco chicos, somos más que amigos, somos hermanos aunque no de sangre. La distancia era lo de menos ya que vivimos en la misma zona. Lo más que queríamos era pasar la mayor parte del tiempo juntos, hacer todo juntos, comer lo mismos, aunque no nos gustaba la comida del otro pero, disfrutábamos hacer travesuras a nuestro estilo.

Si uno estaba triste o enojado íbamos y lo alegrábamos con burbujas de jabón, cosquillas y en especial helado el rico helado sabor galleta.

Es el único sabor que todos nos gustan hasta la actualidad.

Pero, hay cosas que cambian para bien o para mal. Cuando Caleb se fue me destrozo el corazón sabiendo que no estaría a mi lado ya que se iba a ir a parís para avanzar con la danza. Es una pasión mutua que tenemos entre Caleb y yo, la pasión del ballet.

Observo cada foto que está en un gran cuadro de madera en la pared de mi habitación en cada uno de esas fotografías esta Tadeo, Marcus, Joe, Caleb, Liam y Yo, alrededor del marco del cuadro está decorado con luces blancas de navidad. Mi habitación es de color blanco con un toque de gris y decorada con pequeñas flores de diferente tipo. Hay retratos en las dos mesas de noche en cada lado de la cama, y un gran tocador blanco que esta de frente a la ventana de la habitación con productos y otras cosas.

Hay una fotografía que destaca en toda la habitación es en donde estoy con Caleb bailando con el cabello suelto, él me está sujetando de la cintura para cargarme de espaldas a él. Ambos con una gran sonrisa. Me invaden ese pequeño cosquilleo que se acumula mi cuerpo recordando aquellos días.

- ¿Dónde está?-me sobresalto con la voz de Marcus entrado a mi habitación. ¿En qué momento entro a la casa?-.Oh, ya lo vi-se acerca a la cama-.No tienes la idea lo preocupado que estaba pequeño travieso.

Madre santa no puedo moverme por el sobresalto que me ocasiono la entrada de Marcus.

Con ambas manos en mi pecho y los ojos en grande salgo de mi transe para acercarme a la cama y estar cerca de Marcus. Quien tiene en su regazo al pequeño cachorro.

- Gracias por encontrar a Ted ¿Cómo fue que lo viste?-me dijo mientras se quitaba las pantuflas de Mike Wazowski. A juego con su pijama se ve muy tierno.

- Yo solo escuche un ruido por el patio trasero y... él estaba cerca de los camastros-comencé acercándome a Marcus para estar más cerca-. Dime ¿Cómo se te escapo?, y ¿porque te llevaste una rosa del patio? Ah.

Dándole un sape en la cabeza y riendo por su reclamo.

- ¡Hey!-reclamo-.cuando llegue él no estaba... como sabes cada vez que me ve el sale corriendo a recibirme y esta vez no lo hizo, creí que estaba dormido y no fue así-bajo su mirada al pequeño cachorro sonriendo-.y lo de la rosa se la di a mi madre a ella le encantan. Aunque también tenemos pero, no son muchas como tu casa.

- Bueno-suspiro-.Creo que me iré a dar una ducha.

Me levanto y voy rumbo al baño dejando a Marcus y Ted en la cama. Mientras disfruto del agua fría que me refresca todo el cuerpo. Considero en dar le un pequeño interrogatorio a Marcus con el asunto de Caleb y Joe ¿Qué es lo que pasa entre esos dos?

Salgo del baño con una bata blanca y una toalla envuelta a mi cabello. Encuentro a Marcus plácidamente dormido voy al armario y solo escojo un conjunto de pijama sin mangas de cuello redondo y pantalones cortos.

Mientras cepillo mi cabello me reflejo en el espejo observo cada detalle de mi cuerpo, mis muslos, abdomen. Pechos, brazos, rostro, cabello, todo de mi cuerpo. Suspiro. Me dirijo a la cama ya que Marcus está dormido me acurruco junto a él y veo al cachorro que está al borde de la cama estirándose.

El Bailarín Y la hija Del CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora