AUNQUE TU NO ME VEAS

1.1K 133 26
                                    


No te puedo amar en la oscuridad
Parece que estamos a océanos de distancia
Hay tanto espacio entre nosotros
Tal vez ya hemos sido derrotados

Love In The Dark
Adele

Estaba nerviosa, tanto que sentía que podría orinarme en cualquier momento en este ajustado vestido. Necesitaba respirar.

— Creo que no puedo hacerlo, Yara, estoy... en realidad no sé cómo me siento, en estos momentos tengo unas inmensas ganas de vomitar, creo que no seré capaz de mirarlo a los ojos y darle la carta— Yara me tomó por los hombros como solía hacer siempre que tomaba una mala decisión. Las lágrimas querían salir de mis ojos, pero me contuve, no iba a llorar, no quería romperme más de lo que ya lo había hecho en los últimos tres meses. Ya había sido suficiente con lo de papá, y me daba miedo, tenía mucho miedo en salir lastimada.

— Cálmate, respira— sus ojos verdes me miraron fijamente y,  una parte de mi se relajó por unos instantes, pero aún podía sentir mi corazón latiendo con rapidez — yo confío en ti, y se que puedes hacerlo, se cuánto te gusta, Ari, y odio de verdad que te hayas callado tanto tiempo estos sentimiento. Y no me mires así, porque sabes lo que pienso. Creo que deberías hacerlo.

— ¿Y si me rechaza? o peor aún..., ¿Y si luego no quiere saber nada de mí?

Yara me miró de una forma que no pude interpretar, estaba seria, y sabía que algo pasaba por si cabeza justo ahora.

— ¿Es en serio?, ¿Diud?, ese chico te quiere Aries, aún no sabemos si solo lo hace como una amiga pero él te quiere, lo he visto, aunque suene estúpido, he visto como te mira, y créeme él no haría las cosas que ha hecho por ti, si no le importaras realmente — esta vez me permití deslizar un par de lágrimas.Estaba temblando por el frío, y tenernos a ambas en un cubículo pequeño de baño público estaba siendo cada vez más incómodo. Joder, quería hacerlo, quería ir tras él y gritarle como me sentía, pero el miedo hacer rechazada me tenía acorralada en el mismo lugar. Pero sabía que no se iría hasta que no lo enfrentará— y si él no se da cuenta de la increíble chica que eres, entonces es un idiota, eres un diez y, si él no se da cuenta de ello, entonces no debes conformarte con menos. Tu mereces más.

Esta vez la abracé con fuerza, y lloré como una niña en su hombro, mientras que la oía susurrar en mi oído que todo estaría bien. Al pasar un rato me solté de sus brazos y limpié mis lágrimas con los pulgares, y tomé una bocanada de aire. Estaba cansada, el trabajo me tenía cansada. Trabajar como mesera de medio tiempo, en la cafetería de Mía apenas me dejaba dormir, y encima tenía que compaginarlo con las clases en el colegio. Una parte de mi se alegraba que en el fondo aún faltaba poco para saldar la deuda, pero la otra, la más insegura, sabía que aún la peor parte de todo, no había llegado.

Aún faltaban unos meses para entrar en la universidad, y estaba que me moría de los nervios. No tenía un plan, no tenía ahorros extras, no sabía cómo lo haría.

Debía mantenerme a flote, mamá me ayudaba con lo que podía, pero sabía que su empleo tampoco lograría cubrir todos los gastos. Era una preocupación constante que a veces no me dejaba dormir por las noches, pero hoy no era día para déjame sumergir por mis problemas. No quería preocuparme por cosas que aún ni siquiera habían sucedido, debía encontrar a Diud ahora mismo.

Miré hacia todas partes, pero no lo veía por ningún lado, en realidad no veía casi nada, la fiesta había iniciado hace menos una hora, y ahora todo estaba lleno de vasos rojos y personas enrolladose en la oscuridad. Sentí una arcada al sentir a alguien detrás, y el olor a cigarro y alcohol casi me hace expulsar lo poco que había cenado. Ni siquiera debía estar acá, pero Yara me había arrastrado a la fiesta de graduación de Diud, solo para distraerme, o llevar acabó mi intento barato de confesión

¿Sí o No? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora