Capitulo 2

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El sol que entraba por la pequeña grieta de la ventana comenzaba a despertarme, y al cabo de unos minutos lo logró, con algo de pesar talle mis ojos y solté un gruñido para luego incorporarme mejor en la cama. Lo primero que vi fue un montón de cajas hechas a medias, eso me desánimo;anoche me había desvelado tratando de desempacar lo mas que pudiese, fue difícil y solo había avanzado cinco, no era ni la mitad. Esto de mudarse no era muy agradable.

Con algo de frustración, por no dormir bien, volví a acomodarme en la cama. Se sentía tan calentito y esponjoso que fue como una tortura cuando mi mamá toco la puerta.

— Gia, ya es tarde - hablo del otro lado de la puerta, decidí ignorarla. — ¡Alice, cariño, ya es tarde!

Volví a ignorarla. Acomode mejor mi cabeza cuando de repente la puerta fue abierta.

—Te he dicho que es tarde — recalcó con algo de dulzura.

— Estoy despierta — alce una mano de manera floja aun con mi rostro en la almohada.

—Pues eso dile a tu cuerpo. — la mire de mala manera al oir el tono burlón en su voz. — vamos cariño, tu puedes contra el sueño.

Se sentó a mi lado y dio unas caricias a mi cabello. — asi no voy a levantarme. menciona un usuario

Ella río levemente, se puso de pie y se dirigió a la puerta. — te esperamos abajo, no tardes.

— No prometo nada. — le regale una sonrisa floja, ella negó levemente y cerró la puerta.

Solté un suspiro resignado y me puse de pie. Camine hasta al baño para hacer mi aseo diario y luego busque lo mas cercano en mi armario. Encontre una camisa blanca, algo holgada, y unos jeans lisos de mezclilla.

— Buenos días — saludo mi padre para luego beber un trago de su café.

—  Buenos días — salude y tome un vaso de agua.

— ¿Asi que no has desempacado todas tus cajas? — alzó una ceja de forma divertida.

—No, me dio pereza — hice una mueca. — prometo hacerlo pronto

— La pereza ya es normal en ti, Gia. -hablo mamá en tono divertido.

La mire indignada, a lo que ellos rieron, tome mi mochila y deposite un beso en las mejillas de ambos. - Los veo luego.

Salí de la casa y comencé a caminar hacia la escuela. Era mi primer día y estaba nerviosa, no tenia mucho tiempo aquí y tampoco es que haya hecho amigos estas semanas, es decir, tenía que ayudar a mamá y papá con las cajas del resto de la casa que terminaba muy cansada y solo pensaba en dormir. Había puesto musica para el camino, estaba muy metida en mis pensamientos que no me di cuenta de mi camino y choque con alguien.

— Cuidado.

— Lo siento no era mi intención.. — hable algo apenada por el incidente. — No te vi, lo siento.

Era un chico, eso me hizo sentir mas vergüenza. Era de tez blanca, su cabello era negro y de rulos, era alto muy alto.

— Deberías tener mas cuidado.

— Si yo...

No pude decir nada mas, el se dio la vuelta y siguió caminando hasta que lo perdí de vista.

Llegué a la escuela. Esta era muy bonita, como la de high school musical, pero mas pequeña y menos adornada o elegante. Era simpática. Tenia nervios de pasar vergüenza otra vez como con aquel chico. Solté el aire, que había estado conteniendo en estos segundos, y me adentre a la escuela.

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