Solo Tu Puedes Verme © ✔

Capítulo 11

"Un pasado, un sentimiento y un verdad se descubren"

Nunca imagine que algún día alguien me preguntaría de nuevo, "¿Qué paso? ¿De verdad tú la mataste?" yo ya había dicho las respuestas a estas preguntas y había dicho lo que sucedió, ¿De verdad hace falta volverlo a decir? Me duele volver a decirlo y ahora enfrente de todos mis compañeros, creo que Cristian enserio quiere hacerme la vida imposible, sé que no merezco elogios, agradecimiento, amor o incluso respeto pero solo quisiera que no me volvieran a preguntar exactamente esas preguntas, yo ya lo había dicho todo a la policía, a los padres de Emma, su hermano, mi familia, los vecinos y ¿todavía a la nueva del vecindario? No quiero hacerlo...no quiero hacerlo pero... ¿Debo hacerlo? ¿Debería? Bueno a decir verdad así sentiría una carga menos de las muchas que llevo, tal vez así pueda tener un poco más clara la mente y el corazón.

—¿De verdad quieres saber Sophie? —conteste tratando que no insistiera más en el tema—.

—B-Bueno...a decir verdad...—tartamudeo Sophie mientras lo decía un poco insegura—.

—¡Oh vamos Sophie! ¿Quieres seguir creyendo que ella es una buena persona? —manifestó Cristian—.

—Tienes razón necesito saber quién es Cristal—dijo Sophie mirándome ahora sí, segura de sí misma—.

—Bueno, al parecer no tengo opción...—dije para mí—.

Estaba pensando en decir la verdad...lo que verdaderamente paso, pero no quiero que Cristian empiece a armar un escándalo, aunque bueno eso ya lo hizo...solo diré lo que la gente quiere escuchar y me iré como si esto nunca hubiera pasado.

—Hace casi un año, cuando yo tenía 10 años apenas cumplidos, venia como siempre a esta escuela, jugaba, iba al parque y me juntaba con algunos amigos. Como cualquier otra niña, pero sobre todo estaba acompañada de Emma...ella nunca faltaba en cada cosa que hacía, siempre estaba a mi lado. Y así fue siempre, desde que éramos pequeñas o más bien desde que me mude nos volvimos amigas al instante, nos llevábamos muy bien y los padres de Emma se llevaban muy bien con los míos y por esto cada domingo comíamos juntos en la casa de Emma, este tipo de comidas eran muy ricas y claro que el tiempo en familia era increíble, y digo familia por que en esos momentos mi familia y yo éramos normales, no perfectos pero al menos éramos felices, y en aquellos momentos podría decir que fueron los mejores días de mi corta vida, a pesar de que haya pasado casi un año se siente como si fuera apenas ayer...nunca pensé que lo que fue una inocente ida al parque terminaría siendo una pesadilla. En fin, no daré más detalles que a nadie le importa sobre mi vida, un día que había ya llovido, fui como siempre a la escuela junto a Emma, recuerdo muy bien que ella llevaba un impermeable verde y unas botas amarillas, en cambio yo solo llevaba un paraguas y unas botas de plástico rosas con flores amarillas, Emma era muy linda, ella ese día tenía su cabello castaño dos coletas colgando como una muñeca y...como olvidar sus lindos ojos verdes olivo, ella realmente era un niña muy linda, y amada por sus padres y su hermano...en cuanto a mí, yo siempre tenía en mi cabello blanco una coleta de caballo bien amarrada, pero lo importante aquí es que al terminar las clases, Emma me dijo que quería ir al parque antes de llegar a casa, yo realmente no tenía ningún problema pues el parque quedaba de paso a casa, así que hicimos la parada en el parque y empezamos a jugar tan pronto llegamos aunque Emma se me adelanto, yo siempre la seguía, cualquier cosa que ella hiciera yo también quería hacerlo, entonces jugamos a su juego favorito que era adivinar donde estaba cada una, no había mucho espacio así que Emma tenía la costumbre de esconderse detrás de la casa de madera que estaba conectada al tobogán, así que era muy fácil encontrarla, pero ese día no estaba ahí, Emma había cambiado de lugar, me tomo un tiempo hallarla pero al final estaba escondida tras una piedra un poco grande a la entrada del parque, y recalco que había arena en el parque pero dado que había llovido estaba húmeda y dejábamos muchas huellas y esto a Emma le causaba mucha gracia, porque gracias a esto me encontraba fácilmente, siempre que me encontraba gritaba "Te encontré, sin querer queriendo" y reía al último de decirlo pues sabía que esto no tenía ningún sentido pero a pesar de su mala frase siempre me hacía reírme junto a ella, al final, cuando ya estábamos aburridas de tanto correr y buscar, empezamos a recoger un poco de arena e hicimos pequeñas pelotas de arena que para Emma eran bolas de nieve y como si fuera navidad empezamos a lanzarnos las bolas de arena, ¿suena muy tonto no crees? Pero no pensamos si estábamos siendo infantiles o no, solo queríamos divertirnos e imaginar que estábamos en navidad, y claro a Emma no le importaba lo que pensaban de ella, para mí ella era una niña muy valiente y decidida o al menos eso trataba de aparentar, cuando ya estábamos ya muy cansadas al punto en que nos tumbamos boca arriba en la arena húmeda y de nuevo como si Emma y yo estuviéramos bajo una fría nieve empezamos a agitar nuestros brazos y piernas de lado a lado formando un ángel de nieve, cuando volteamos para ver el resultado, no fue lo que normalmente pasaría en la nieve pero nos sentíamos lo bastante contentas como para ya darnos por satisfechas ante nuestra tontería o como lo diría Emma. "¡Esto debería estar en el mismísimo vaticano como símbolo de una amistad incluso en días lluviosos como este!" bueno así era Emma de bromista y positiva, y cabe mencionar que Emma no tenía ni la menor idea de lo que era un vaticano así que saltémonos la parte donde insulta al monumento cultural de Italia, al final nuestra diversión se vio interrumpida cuando vimos que ya era muy tarde, el sol ya se estaba ocultando y para mí y Emma era hora de la cena y claro que nuestros padres no estaría felices de vernos en casa tan tarde, así que Emma y yo nos apresuramos y salimos del parque con algo de prisa, ya estábamos a 1 cuadra para llegar a casa cuando a mitad de una banqueta Emma no pudo evitar pisar un charco que se había formado bajando la banqueta, lo bastante grande para hundir a la mitad las botas de Emma, teníamos prisa así que trate de sacarla de ahí y volver a casa lo más pronto posible, Emma no quiso y dijo que quería pisar los demás mientras íbamos de camino, claro que Emma era muy testaruda, entonces la deje que hiciera eso, al llegar cerca de una esquina Emma se paró más tiempo de lo normal y le pregunte por que se detenía, ella se agacho un poco y vio que en aquel charco habían unos renacuajos muy pequeños, a mí también me sorprendió pero me daba más pendiente el saber que ya se había hecho de noche y no habíamos todavía llegado a casa, por ende volví a apresurar a Emma y esta vez sí me hizo caso, aunque ya tarde, pues vi que un coche a gran velocidad girando en la esquina, lo bastante cerca para atropellar a Emma así que rápidamente tome a Emma por los hombros y la lance al lado opuesto de la calle, para evitar que...—y dicho esto Cristian me interrumpió furioso—.

—¡¿Ahora lo vez Sophie?! ¡Ella lanzo a mi Emma al lado opuesto de la calle! —exclamo Cristian enojado a Sophie—.

Sophie solo se quedó mirándome atónita por lo que acababa de decir, y así debajo del árbol baje de nuevo mi mirada y la centre hacía mis pies, avergonzada, decepcionada, enojada, triste por lo que acababa de decir...

—¡¡¡Cuéntales acerca de lo que paso después, anda!!! —gritaba Cristian a gran voz—.

No pude volver a abrir mi boca después de eso...no podía, cuando abría mi boca no salía ningún sonido así que me limite a seguir con mi cabeza hacía abajo.

—Eres una gran mentirosa, no puedo creer que creyéramos que fuiste amiga de Emma, y tú... ¡Tú! ¡Sabías que ella era mi hermana menor! El solo hecho de saber que estuviste conviviendo con mi hermana y mi familia, solo me enferma. —hablo Cristian con algunas lágrimas contenidas en sus ojos—.

—Si no tienes la suficiente dignidad para contar lo que paso después lo contare yo...—manifestó Cristian—.