Destino II

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Zayn entró sin hacer ruido a su apartamento. Por fortuna para él, Serih salía de la escuela más tarde. Fue solo entonces de corroborar que estaba solo que se desplomó en el sofá a llorar. —¿Por qué tuviste que aparecer? —Zayn sabía que no lo merecía, que nunca funcionaría y el alfa siempre le guardaría rencor por haberlo traicinado con tal magnitud. Sin pensarlo por mas tiempo, Zayn llamo a su papá.

—Hola, cariño. ¿Cómo estás? —Entonces su papá se preocupó al recibir un hipido como respuesta. —¿Cariño? ¿Qué sucede? ¿Serih está bien? Vamos cariño, dime algo.

—Lo encontré, papá. Mi destino.

—Oh, cariño...

—Sé que no lo merezco, pero el rechazo duele tanto.

—¿El te rechazo? —Preguntó con suma delicadeza.

Zayn negó sin recordar que su papá no podía verle. —No, fui yo quien tubo que hacerlo. El fue tan comprensivo, yo no quería irme. Se sintió tan bien estar juntos. —Zayn lloró más.

—Hijo.

—Se sentía correcto y cuando le dije sobre mi hija, lo aceptó sin titubear, pero creyó que hablaba de un bebé. Si se entera que tengo una hija de 18 años, yo...

—Basta, Zayn. Eres un adulto responsable y te has hecho cargo de todos tus aciertos y errores, mi nieta jamás sería algo por lo cual debas sentirte marginado o avergonzado. Debes levantarte orgulloso de quién eres y lo que has logrado, tu sólo. Nos tienes a tu padre y a mí. Sabes perfectamente que no apoyamos la marginación Omega y jamás lo haremos, tu tienes un valor único, con o sin tu hija.

Zayn continuó llorando mientras su papá lo consolaba. Sí, sabía que tenía un valor, pero sabía que ante los Payne, era nada o peor que basura. Su papá prometió ir a verle al día siguiente y el estuvo de acuerdo con eso. Se dió una ducha larga mientras seguía asimilando la situación y se dispuso a preparar la cena.

Serih llegó a casa y lo saludo como siempre. —Ah, eso huele esquisto, papá.

—Lava tus manos y pon la mesa, cielo. —Serih asintió y Zayn la vio perderse en el baño. Sí, definitivamente su hija era lo más valioso que había en su vida y no cambiaría su pasado por nada, ni siquiera por Liam.

—¿Cómo fue tu día con los proyectos finales? -Su hija procedió a contarle su día.

No pudo dormir esa noche.

Llamó al instituto y se reportó enfermo. Sabía que el alfa volvería a ir en su busca y no podía permitirse encontrar, ni ahora, ni nunca. Se entristeció de saber que probablemente tendría que renunciar a su trabajo, no quería, pero tendría que irse.

Pasó toda la mañana empacando sus pertenencias en cajas hasta que su hija llegó por la tarde a casa. Se sorprendió al ver todo lo que su papá había hecho y más sobre la respuesta de querer mudarse a nuevos aires. No le dijo que no creía en sus palabras, porque sabía lo sensible que era su papá. Sin embargo estaba preocupada por la verdadera razón de su repentina huida.

Durante la cena platicaron de sus preparativos para ir a la universidad.

Entonces sonó el timbre. —¿Esperamos a alguien?

—Debe ser papá, dijo que vendría un rato después de la cena.

Serih se levantó a abrir. —Amo cuando viene el abuelito.

Pero inesperadamente había un hombre de cabellos castaños y ojos avellana esperando en la puerta. —¿Quién es usted?

Liam miró a la mujer que le había abierto la puerta, reviso nuevamente la dirección en su teléfono, tomándose su tiempo e ignorando los cuestionamientos de la alfa más joven. —Estoy buscando a Zayn Malik.

One Shots [ZIAM] LTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora