Parte única

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Limpió las pequeñas lágrimas que caían por sus mejillas, odiaba sentirse así, ese horrible sentimiento de inferioridad y soledad que nadie debería experimentar jamás, era doloroso.

Sus compañeros, si se les podía llamar así, lo molestaban y menospreciaban por ser un omega, alardeando que nunca tendría la fuerza suficiente para enfrentarse a los demonios y que moriría sin intentarlo.

Eran personas horribles e inescrupulosas, ¿Acaso no se daban cuenta de que sus palabras eran dolorosas e hirientes?

Omega tonto, eres demasiado blando y llorón.

¡Deja de quejarte! ¡si quieres ser cazador debes acostumbrarte a las palizas! 

¡¿Por qué no mejor dejas que te marque y te quedas en casa limpiando?!

Frunció su nariz molesto y ahogó sus sollozos, no podía seguir siendo débil, quería demostrar que era completamente capaz de convertirse en un pilar y cerrarle la boca a esos tontos alfas.

Inhaló profundamente antes de comenzar a blandir la katana otra vez, iba a hacerse más fuerte, no importaba cuanto tardara, iba a demostrar que era completa o incluso más capaz que esos tontos que se jactaban de la fuerza que les fue concedida al nacer, pero que poco merecían.

Su esfuerzo rindió los frutos esperados,  logró pasar la selección final casi sin ningún rasguño, solo con un poco de tierra manchando su rostro y su ropa, además de él habían cinco personas más, una chica que identificó como una omega y tres alfas,  uno rubio, uno de cabellos burdeos y uno pelinegro, los tres completamente llenos de tierra y algunas heridas.

La joven omega era la única que seguía completamente limpia.

Debe ser alguien muy fuerte.

Miró a su alrededor confundido, se suponía que habían cinco personas además de él, pero solo veía cuatro.

Quizás se adelantó

Se encogió de hombros prestándole atención a las dos pequeñas que había al frente de ellos, la parte más fácil ya había pasado, ahora comenzaba la verdadera travesía.

Recuerda Amane, los omegas no tienen tanta fuerza como los alfas, pero son más ágiles y escurridizos, usa eso a tu favor y demuestra lo fuerte que puedes ser.

Al recibir su katana, ya varios días después, sus ojitos brillaron de emoción, su mentor le regaló el haori que ahora portaba diciendo lo orgulloso que estaba de él y dándole algunos consejos, entre estos, que nunca se dejara intimidar por nada ni nadie.
Sus "compañeros", quienes no habían ido a la selección porque según su mentor no estaban listos, simplemente pasaron de él como si no existiera. Para el omega era mejor así, no soportaría que ahora se acercaran de forma hipócrita.

...

—¡¿Un omega?! ¿¡Acaso no me toman en serio!? ¡Niño, Te voy a hacer sufrir de una manera que no te imaginas! — el demonio que estaba enfrentando era demasiado ruidoso, Amane estaba cansándose de escucharlo alardear y subestimarlo.

Era demasiado egocéntrico a pesar de no haberle hecho ni un solo rasguño.

Respiración de agua, cuarta postura...

Golpe de marea.

Se acercó con rapidez cortando sin mayor dificultad el cuello de su contrincante, el cual inmediatamente comenzó a lloriquear y a quejarse como si de un bebé se tratase.

—Lo siento, pero estabas causando mucho daño. — susurró viendo el cuerpo de ese grotesco ser desintegrarse lentamente. — Y no soy un niño...— guardó su katana y comenzó a caminar hacia la salida del enorme bosque en el que se encontraba mirando despreocupadamente a su alrededor.

No soy un niño. [Hashibira Inosuke] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora