ｓｅｃｒｅｔ・ℓσνєя↝ Rubegetta

[💐] O3

La castaña miraba su reflejo en aquél espejo, miraba cada centímetro de su rostro, viendo si había algo malo en ella, si acaso su rostro no era tan fino, o si sus ojos azules no parecían resaltar demasiado, solo tal vez, esperaba encontrar aquello que molestara a su esposo, a su rey, al hombre que ella ama.

— Mi reina, lamento si soy inoportuna —miró a su doncella, quien le peinaba sus largos cabellos castaños con delicadeza, solo negó lentamente y curvar un poco sus labios para que prosiguiera— ¿Se encuentra bien? Desde que es la reina la he notado muy callada, ya no sonríe como siempre, no está con aquella energía que la caracteriza —miró otro lugar de la gran  habitación, así no podría ver el rostro de aquella rubia en el reflejo del espejo, asimilando sus palabras tan, tan reales— quisiera saber, si es que se puede, ¿le sucede algo mi reina?

La de orbes azules miró a la rubia, ambas conectaron sus miradas por unos segundos, hasta que la que sujetaba el cepillo bajó la mirada y se ruborizo por pensar que la pregunta que hizo estaba mal, realmente no creía que se había pasado con las palabras que quería decir, no sabía cómo sacar la información sobre la autoestima de aquella castaña a la cual consideró una amiga antes de que se casará o incluso, se comprometiera con el rey.

— ¡Lo lamento mi reina! No quise, de verdad... —la castaña solo sonrió leve.

— Aroyitt, calma —la rubia apretó sus labios en una fina línea, estaba apenada— Entiendo perfectamente lo que me trataste de preguntar y aprecio tu preocupación por mí —suspiró, realmente no creyó que daba a preocupar demasiado— Simplemente he tenido unas semanas difíciles con mi esposo, no es nada del otro mundo, ya sabes, con tantas responsabilidades no he tenido tiempo íntimo con él —su sonrisa era triste, demostraba nada más en su semblante que ella ya no era feliz o al menos, no lo suficiente.

— Entiendo, lamento si en algún momento yo-

— No debes preocuparte por ello —habló rápidamente— me alegra que nuevamente hablemos, ya sabes, como antes de que me convirtiera en reina y tenga que ir de un lado a otro, como el deber manda —sonrió esta vez con felicidad, para tratar de calmar a su doncella, la rubia solo asintió leve con una sonrisa.

— A mí también me alegra hablar, al menos, unos momentos otra vez con usted, mi reina —dijo, para volver a su trabajo de peinar aquellos cabellos castaños, esta vez más calmada.

— ¿Enserio ira? —preguntó seriamente el castaño oscuro, mirando como aquel chico miraba por aquella gran ventana— Señor-

— Sí, iré —volteó a mirarlo, seriamente— pero no es por él solamente, no soy tan tonto como para seguir rogando.

— Sabe perfectamente que es el rey —asintió— con que sea un duque no significa que enserio debe tomarle tanto en cuenta, a pesar de su afecto por usted, ya sabe señor, él deberá fingir no sentir nada por usted, lo hará un cero a la izquierda —sonrió, para soltar una risa sin gracia.

— Hay Borja, debes saber que siempre tengo un plan para todo y te aseguro, que el rey me aceptará gustoso en su bello castillo —caminó hacia la salida de esa habitación— deberías estar emocionado, te podrás ver ahora las veinticuatro horas al día con el príncipe, aquel que está comprometido con tu hermana —finalmente salió con aquella sonrisa satisfactoria en el rostro, sin duda, siempre ganaría en todo.

584 palabras—

Se os quiere <3

—Natssu🌠