Dicen que el matrimonio es aquel acto que hacen los
enamorados para prometer que se amarán para toda la vida, que no habrá nadie más entre ambos, se juran amor eterno y leal. Firmaron un papel, lo hicieron ante los ojos de aquel Dios y por ende, no deberían hacerse daño ninguno de los dos.— Estás siendo paranoica, Irina —alzó la voz aquel castaño, mirando con seriedad a su esposa— deja de inventar aquellas barbaridades.
La castaña mantenía la cabeza gacha— ¿Cómo no quieres que inventé cosas en mi cabeza, si usted viene con el traje desaliñado y oliendo a alguien más, mi rey? —conectó su mirada cristalizada con aquellos ojos que le recordaban a la esmeralda más brillante en tesoros encontrados, un tesoro tan hermoso y perfecto, ¿acaso el rey no lo era?
El castaño exhaló, para tratar de calmarse y no tratar de llevarse por sus impulsos una vez más— No quiero pelear nuevamente con usted, así que si me permite, iré a dar una vuelta —la de ojos verdes desvió su mirada con tristeza— no me esperes despierta.
Al decir aquello salió de aquella gran habitación que compartían ambos, la mujer simplemente se aferró a si misma, tratando de no llorar con el abrazo que se daba. No sabía cómo es que su matrimonio terminó así desde que empezó. Ella creyó que la respetaría, que nunca le alzaría la voz, que trataría de escucharla en sus opiniones opuestas, que le daría la atención que merece, que serían una gran pareja feliz...
Creyó que la amaba.
Pero él solo le dió gritos, órdenes que debía acatar y soledad. Lo único que tuvo de él, fue aquel beso que le dió para sellar aquel compromiso de amarse para siempre. Cuando estuvieron solos, nisiquiera la tocó, ni una mirada, ni una sonrisa, nada. Fue como si odiara su cuerpo y luego de meses, eso sigue siendo igual. Solo le toma de la mano o le da cortos besos cuando salen al pueblo. Solo es apariencia.
Y por eso, es que las personas de aquél pueblo se preguntan, el porqué su reina aún no está en embarazada del futuro heredero al trono. ¿Acaso ocurre algo con la pareja perfecta?
— ¿Por qué sigues viniendo? —preguntó cortante, no quería mirar a la cara a aquella persona.
— Sabes que siempre quiero venir a verte, ¿por qué estás tan enojado? —el contrario conectó su mirada con la de él, se sorprendió al ver que por sus mejillas bajaban finas lágrimas.
— ¿Qué por qué estoy tan enojado? —preguntó incrédulo— ¡Soy el culpable por el cual la reina no está en cinta! ¡Y oh sorpresa! —sonrió con tristeza— ¡Es porque soy el jodido amante de su esposo, el rey! —no quiso llorar, pero simplemente ya no aguantaba todo lo que estaba ocurriendo.
— Samuel...
— ¡No! —se secó sus lágrimas— Samuel nada. Sabes perfectamente lo que todo esto me causa, ¡no podemos seguir haciendo esto Rubén! ¡Estamos en pecado e incluso aún más dejándonos llevar sabiendo perfectamente lo que nos pasaría si la gente puede llegar a enterarse! —no había respuesta, solo hubo un silencio dónde uno trataba de buscar palabra alguna para tranquilizar al contrario— No podemos estar juntos, me siento tan miserable al ser esa persona a la cual solo buscas por cumplir tus ganas de deseo y luego te largas con tu verdadera pareja... —se abrazó a si mismo, desviando su mirada amatista— yo ya no puedo seguir con esto.
— Samuel, entiende que tengo obligaciones aquí, yo no pedí casarme con ella y lo sabes —el azabache rodó los ojos— Te amo ¿Vale? —se acercó al más bajo para hacer que lo mire, este nuevamente dejaba escapar sus lágrimas— No quiero que pienses que solo te estoy usando, claro que no —le dió un casto beso— Te amo demasiado, solo a tí, ¿entiendes? — unió sus frentes, el contrario solo trató de asentir leve— No sabes cuánto me gustaría estar contigo para siempre, ir a algún lugar donde solo estemos nosotros dos, donde si podamos amarnos con tranquilidad, solo tú y yo.
El de orbes morados unió sus labios con los del castaño, nunca se cansaría de probarlos una y otra vez, se había vuelto adicto a sus besos, pero al separarse, solo tenía algo simple que decir— Escapemos mi rey —el contrario lo miró, tomó sus manos, entrelazando sus dedos— huyamos a otro lugar donde podamos amarnos, ser felices, solo nosotros dos.
738 palabras—
Se os quiere <3
—Natssu🌠
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secret・ℓσνєя↝ Rubegetta
Romance«SI ᙓS ᙓᑎ ᙓᒪ ᙅIᙓᒪO O ᙓᒪ IᑎᖴIᙓᖇᑎO, ᗩᕼOᖇᗩ ᙓSTᗩᖇᙓᙏOS ᒍᙀᑎTOS ᙅᗩᖇIᑎ̃O» -❤️- [💐] Inspirado de la canción "El amante secreto" [💐] De fan para fans. [💐] Pueden haber malas palabras. [💐] Narración de sangre y sumisión de una persona. [💐] Sin portada por...