Monstruo Hermoso.

Tan cerca...

Quizá debería escuchar su voz interior que le decía que conocer a Hermione Granger no sería sencillo.

Bueno, tampoco es como si no se diera cuenta ya. El tacón de su bota se acababa de hundir en el fango, apretó la mandíbula y tomando aire para hacer aparecer su paciencia, lo sacó con fuerza.

Por fin llegó a su "pequeña" casa de campo que en realidad era una propiedad enorme con altos techos y elegante diseño, hace años no la visitaba y estaba segura de que era un desastre pero al entrar se dio cuenta de que era lo contrario a lo que pensaba; la casa estaba impecable.

-Al menos serviste de algo estas semanas primito- dijo mientras entraba.

Sirius Black apareció de pronto escaleras arriba, parecía alegre de al fin verla. Tal vez ya podría salir de su encierro. Su rostro cambió cuando vio el rastro de fango en el piso impecable.

-¿En serio Bellatrix?

-Lo siento, pero no es como si lo tuvieras que limpiar con la lengua o algo así- dijo poniendo los ojos en blanco. Sirius le respondió resoplando.

-¿Que te trae por aquí?- dijo mientras caminaba en dirección a la sala de estar.

-Pues necesito que des señales de vida a quién sea de la Orden del Fénix, o a Potter o alguien cercano pero que se enteren todos de que estás vivo, todo el mundo te cree muerto. Aunque pensándolo bien ¿por que demonios sigues aquí? Yo jamás mencioné que tenías que estar encerrado, bruto. Obviamente con bajo perfil para no delatarme pero bueno...

Sirius casi se cae del shock que le causo esto.

-No me jodas...

Bellatrix comenzó a reírse hasta que le dolió la barriga, su primo parecía molesto pero al caer en cuenta de que había sido estupidez suya comenzó a reír y bromear con Bella también. Platicaron un rato mientras Sirius se preparaba para viajar a Londres nuevamente. Al estar a punto de abandonar la propiedad, le entro la curiosidad de saber por qué había ido personalmente a pedirle que se apareciera de nuevo en el mundo mágico. Ya era sorprendente que lo salvara y que se pusiera de su lado y todo eso pero en especial le parecía curiosa su petición, así que decidió preguntarle. Bellatrix escuchó su pregunta y lo observó pensativa mientras lo tomaba del brazo y sonreía, segundos antes de desaparecer le respondió:

-Intereses sentimentales.

                                                          XXXXXXxxxxXXXXXxxxxXXXXxxxxXXXXX

-¡HERMIONEEEEEEE! 

Dio un salto y casi se atraganta con su desayuno, la chica mencionada volteo en dirección a Harry Potter que corría a su dirección con los ojos llorosos y una sonrisa enorme llena de alegría.

-Harry ¿que pasa?

-Es Sirius, Hermione ¡APARECIÓ! Está con vida, no pude hablar mucho con él pero está vivo y a salvo, vendrá pronto a la oficina de Dumbledore y podré verlo ¿no es increíble? 

-¿Bellatrix lo salvó?- fue lo primero que pudo preguntar aún sorprendida.

Harry lo miró asombrado.

-¿Cómo lo sabes?

Cayó en cuenta de lo que había hecho, se disculpo con Harry y le dijo que estaba feliz de que Sirius haya regresado, se levanto y dejando confundido a su mejor amigo, salió del gran comedor.

Algo se agitó en su interior, sentía una presión que la dejaba sin aliento. Llegó a su habitación corriendo, al cerrar la puerta y dirigirse a su cama vio a Bellatrix Lestrange saliendo de entre las sombras con una mirada coqueta y sonriendo. A Hermione casi le da un infarto, dio un salto y su respiración se agitaba mas a cada paso que daba Bella hacía ella, ni siquiera le había dado tiempo de asimilar que ella le decía la verdad, o que lo arruino al decirle a Harry.