|~4~|

196 33 6
                                    


.•°-Author-°•.

Si ven que la forma de escribir es un poco diferente es porque no escribo hace mucho, así que desde ya pido perdón.

Voy a intentar actualizar más seguido porque ya van siendo unos meses del último capítulo.

Estoy escribiendo esto mientras escucho la clase de inglés y siento que en cualquier momento me pego un tiro. Ayuda.
______________________________________

Desde lo lejos podía escuchar al dálmata y a Horacio insultarse mutuamente por lo que simplemente me decidí a también seguir a los dueños de la casa, que ya se arreglen ellos.

⟨3° persona Pov⟩
‹Casa en Los Santos›

Habían pasado ya unos días desde que llegaron a Los Santos. No tardaron mucho en adaptarse a la vida en la nueva ciudad, al principio se peleaban por la mínima cosa, el día empezaba con los gritos de diferentes personas, quejándose por distintas razones o defendiendo a sus compañeros. Un ejemplo es el segundo día, en el que pelearon por algo tan simple como el orden de los vasos. Orden. De. Los. Vasos.

La pelea no tenía mucho sentido, obviamente. Yun y Gustabo no se levantaron de los mejores ánimos, ninguno contento de despertarse temprano un día en el que nada tenían que hacer. A Armando poco le importó esto y les obligó a ordenar los utensilios que se usaron el día anterior, así se encontraban sólo los vasos para terminar. Por alguna razón, eran de distinto tamaño y color, aunque no era muy notorio. Ahí fue cuando la discordia empezó. Yun quería los vasos altos y claros en frente, Gustabo quería los vasos bajos y oscuros frente. Cualquiera pensaría que el cansancio de estar ordenando por una hora haría a uno de los dos rápidamente ceder a la preferencia del otro. La realidad era otra.

—¡No tiene sentido! Los vasos bajos tienen que ir adelante ¡Sino nadie los va a ver!—.

—¡No! Los vasos clalos il adelante— refutó el pelirrojo, gritando otra vez al recibir la respuesta del rubio que también elevó su voz. La conmoción trajo rápidamente la atención de los otros integrantes de la casa, quienes se sumaron a la pelea defendiendo a la persona que conocían por más tiempo.

Ese día Armando, Emilio y Segismundo después de desayunar fueron directamente a hacer unas compras para que los nuevos integrantes no se sientan tan incómodos (Segis fue como acompañante y referencia a las preferencias de sus hermanos). Cuando volvieron con las compras, lo que encontraron fue a todos los integrantes de la mafia gritando "claro" hacia los hermanos híbridos quienes como respuesta decían "bajos" una y otra vez. No sabían muy bien como reaccionar, y no lo hicieron hasta que pasaron cinco minutos de ver el intercambio de 'palabras' entre ambos grupos. Al final, Armando ordenó los vasos en filas y no columnas, de esa manera ningún vaso tapaba al otro –aunque recibió una queja del chino y el zorro diciendo que así no se tenían que acomodar simplemente los ignoró–.

Con los días, los grupos empezaron a acostumbrarse a la idea de compartir casa, pero lo que más los unió fue cuando atracaron juntos.

No era su primera vez robando, eso era seguro. Pero sí lo era en esa ciudad. No podían decir que estaban orgullosos o decepcionados de ellos mismos porque con los años ya no les importaba mucho. Aún así, Gustabo y Horacio se sentían algo tristes al pensar que estaban traicionando la confianza de Aiden, aún sin él saberlo, pero en el fondo extrañaban romper la ley y divertirse de maneras más alocadas, sin preocuparse por la reputación de otra persona ni la de ellos. Segismundo nunca dejó esa vida, y en cierta parte los menores le envidiaban, aunque ya no tanto porque otra vez estaban en las andadas y sabían que no importaba quién no lo dejarían.

Ahora, se encontraban esperando a la policía, acordando el rol de cada uno y lo que iban a negociar. Los tres nuevos integrantes de la familia The Union* no estaban nerviosos porque si los atrapaban sería tan sólo su primer cargo, por su parte algunos como Yun y Manolo estaban rezando a todo Dios para no sumar otro delito a la larga lista que ya tenían.

¡Híbridos en peligro! - Pausada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora