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Narrador Omnisciente

Dipsy sale de su casa por la puerta trasera, Se le ve molesto, tan molesto que cuando escucha que la puerta se vuelve a abrir, arroja él bote de basura con un movimiento rápido, Lotan sostiene él bote de basura que se iba a estampar con él, con su brazo alzado, suspendiendo en el aire el bote.

—No puedes enfadarte conmigo, sabes que es la verdad— Dipsy ve más furioso a Lotan.

—!No tienes razón!— Le grita expulsando una pequeña onda de poder —el Sheriff Gavin no dijo eso—

—Ethan lo confirmo— le reitera Lotan. Desde la ventana Meredith observa curiosa —Nuestro amigo no mentiría—

—Tienes razón— agacha la mirada —Pero eso no quita él hecho de que aquí mando yo y hago lo que quiera— con esa sonrisa socarrona y alegre decide elevarse con su telequinesis hasta otro lugar lejos de su hermano.

—Creo que actuaste bien— le dice desde la ventana del segundo piso Micael. Lotan le sonríe de la misma forma que hacen los tres.

—Ahora por fin tiene diecisiete años este Dipsy, puede hacer lo que quiera y con quién quiera— la sonrisa se le engranda de lo emocionado que está, y le sigue Micael.

—Dipsy hará arder todo él pueblo con esa valentía que tiene— ambos se sonríen con alegría y mucha pero mucha emoción.

—Si me permites, yo también haré arder un poco esto— ahí Micael Frunce él ceño al ver que su otro hermano se dirige al frente de la casa.

—!Hey que tengan vida amorosa, no significa que pueden dejarme solo en la casa!— grita saltando de la ventana y cayendo como gato al suelo —!Lotan!— le grita corriendo detrás de él, él cual tiene sus manos en sus bolsillos de chaqueta.

—Oh vamos Micael, puedes estar con quién sea, está mis amigos, puedes ir con ellos, con Stella o con tus amigas— ambos chicos llegan a la acera de la calle.

—Uno, tus amigos deben estar en algún lugar del bosque haciendo no sé que, dos, Stella ha de estar en su casa leyendo sin que quiera que la interrumpan y tres, mis amigas están en una cita— le enumera hasta quedar frente a él —Son tan egoístas, alegres y valientes, son irritantes que todo el tiempo consigan lo que quieren—

—O mejor aún, también está él hermano de Violet ah de estar aburrido, ve con el— le palmera él hombro —Ve y habla de sus cosas de ciencia— lo hace a un lado caminando despreocupado llendo a la casa de los Evans.

—!Que desesperantes!— le grita caminando molesto hacia su bicicleta.

Mientras ese pelinegro llega a la comisaría, donde justamente Gavin va saliendo hacia su camioneta, Dipsy sonríe y camina decidido ah él.

—Hola Sheriff— le saluda con entusiasmo, mientras él Sheriff rueda los ojos y voltea a verlo, reconoce ese cabello negro y medio largo, con esa piel café claro, esos ojos negros y demasiado flacucho, casi lo contrario.

—Que tal Dipsy, ¿No es algo noche para que estés afuera de casa?— *Oh dios esa voz* piensa Dipsy, mientras ve ese bigote, él sheriff Gavin Evans, está algo subido de peso, pero no le quita lo guapo y fuerte, por obvias razón de joven hacia ejercicio y todavía tiene esos brazotes, esa barba sin rasurar de hace unos días, ese cabello castaño casi desaliñado.

—Digamos que papá y mama están fuera del pueblo por unas semanas— sonríe socarrona poniendo sus manos en su espalda, mostrando rectitud pero con esa sonrisa.

—Ah que bien— él sheriff sigue si camino hacia su camioneta —Entonces, has venido a divertirte un rato con él Sheriff— dice con algo de cansancio, ya que él Sheriff está cansado y no puede soportar la energía masiva de Dipsy. No hoy.

D, L, M Tres HERMANOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora