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Jaden

–Jaden se hace tarde, levantate.—Gruño al escuchar los fuertes golpes que Marco le da a la puerta.—Párate ya,si llegas tarde de nuevo Crake te va a despedir.

Dicho eso los golpes paran, abro los ojos lentamente y suspiro, me levanto de la cama y salgo de mi habitación.

Marco y Cristina están sentados en el comedor charlando. Ninguno se da cuenta de que ya estoy aquí, y cuando veo en la cara de mi mejor amigo las intenciones que tiene, carraspeo.

–No coman frente a los pobres.—Digo mientras me tapo los ojos con las manos.

Escucho como Cristina suelta una leve risa, me quito las manos de la cara y le doy una sonrisa angelical a Marco.

–Eres pobre porque quieres.—Dice Marco, mientras se para de la silla y va a la cocina.

–Buenos días, alguien no está de humor.— Le susurro a Cristina, mientras me siento en la silla de enfrente.

–Ni que lo digas.

–Toma, y dejen de hablar mal de mi.—Me da un plato con huevo y tocino, le agradezco y empiezo a comer.

–No digas eso, amor, ten por seguro que si tengo que decir algo malo de ti, lo haré siempre contigo a mi lado.— Le da un beso en la mejilla y se para. Suelto unas carcajadas.—Buen provecho, Jaden, vamos Marco.

Cristina toma su abrigo y sale por la puerta principal.

–No llegues tarde.— Me dice Marco antes de seguir a su novia.

–No puedo hacerlo si mi trabajo está al lado de donde vivo.—Contesto,sin embargo Marco ya no está en casa.Me paro para lavar el plato que ensucie.

Voy a mi habitación y me cambio, salgo de casa para ir a mi lugar de trabajo, y como dije está a lado, así que no me cuesta nada llegar.

Saludo a los clientes que ya se encuentran comiendo y empiezo a trabajar.

A donde nos lleve la luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora