Lilies (Kaylor)

CAPITULO 7

Amaneciendo. Tarde o temprano Karlie camino hacia la lechería, otra vez, solo para correr de un enfadoso Sean.

“Karls! Karls! Karls!” El grito detrás del mostrador, prácticamente saltando arriba y abajo.

“Hey Sean! Buenos días.”

Ella estaba sonriendo ahora.

Karlie continuo a dirigirse al almacenamiento mientras Sean la seguía por el camino, aun gritando incontrolablemente.

“Karlie! Karlie!”

“Si, Sean?”

Ella seguía caminando, aun sonriendo inevitablemente.

“Escuchaste sobre la fiesta de esta noche? El baile, la fiesta, algo así, y estoy seguro que te invitaran!”

“Que? Como podre estar invitada si ni siquiera eh oído de ella hasta ahora? Eso es-

“Los padres de Taylor la harán, Karls! Estoy seguro de que te invitaran! Oh dios, tienes conexiones ahora Karls!”

“Enserio?” pregunto Karlie, sonriendo.

Sean continuo.

“Oh por dios Karls! Estoy tan celoso! Estoy seguro que habrá chicas lindas ahí, solo estando-

“Creí que te gustaba la otra chica?” pregunto Karlie dudosamente.

“Karlie! eso fue de ayer, trata de seguirme quieres? Dios! Bueno como decía…”

Karlie rodo sus ojos mientras ella y Sean caminaban al frente de la lechería otra vez, preparándose para sus rondas diarias.

“…y me pregunto que clase de comida tendrán ahí, Karls! Tienes que platicarme de todo mañana, okey? Okey. Bien. Estoy tan-

“Primero que nada, Sean, no eh sido invitada aun. Segundo, puedo tomar una de tus rondas? Solo una de Mason Drive.”

“Por qué?”

“Sean, no preguntes solo hazlo, por favor?”

“Está bien, está bien. Me lo cuentas después?”

“Por supuesto, ahora dame!” dijo Karlie tomando la entrega de Taylor.

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Karlie había guardado la entrega de Taylor para el final, como lo usual, para si no tendría que preocuparse por nadie mas que Taylor durante todo el día. El camino siempre había silencio, pensamientos y memorias, para que Karlie se empapara en ellas mientras caminaba.

Ella llego al portón y lo abrió lentamente, lo mas lento posible, tratando de no apurarse, tratando de saborear cada parte de anticipación que tendrá antes de ver a Taylor otra vez.

Taylor estaba ya en la entrada, esperando a Karlie ahora, sonriendo brillantemente al otro lado del patio.

Karlie corrió, no lo pudo contener, sonriendo por todo el camino.

Ella se detuvo al llegar a Taylor, incómodamente, sin saber que hacer. Todo lo que estaba haciendo era sonreír y estar parada.

“Hola,” dijo Karlie, “Traje la leche”

Taylor estaba dando risitas.

“Ya veo,” ella empezó a reír, “como estas?”

“Estoy bien!” contesto Karlie, un poco emocionada, con una gran sonrisa.

Que linda, pensó Taylor.

“Que hay de ti?” preguntó Karlie.

“Igual. Quiero hablar contigo sobre algo. Quieres sentarte?” dijo ella, apuntando a la silla que estaba a lado.