"Bueno, Lilian y yo nos habíamos conocido hace más de cuarenta años en la granja de mi abuelo Roberto. Sus papás eran muy amigos de mi familia y, gracias a las casualidades de la vida; pudimos coincidir aquel día.
Recuerdo que éramos muy chicos todavía y sentí muy especial saber que ya me había ganado una amiga más, a mi corta edad.
Quizá hubo un tiempo donde casi ya no nos topábamos porque ellos eran de Caaguazú y yo de Barrero y como antes era peor el trabajo que había que ejercer; era muy difícil inventar excusas para encontrarnos otra vez.
Yo fui creciendo y... pudiéramos decir que aunque pasé por varias escuelas y varios colegios, nunca pude olvidarme de mi vieja amiga.
A los 17 años tuve mi primera novia, quien nunca fue del completo agrado para mis papás porque ella era un poco egoísta y la mayoría de veces buscaba la forma de alejarme de todos y con más razón: de Lilian.
Al poco tiempo de haber iniciado esa relación, terminé con ella porque no me sentía lleno, y bueno, ya sabes luego que, un buen amor jamás puede ser uno que sienta culpa.
Cuando tuve la satisfacción de terminar la secundaria, ahí en el acto de entrega de diplomas estaba ella: Sí, mi ex.
Había sido su pareja en ese momento, era un muchacho de la misma promo que yo, pero de otra sección; bueno, a él lo conocía y... no fue ninguna sorpresa para mí verlos juntos. En el fondo sabía que ella estaba allí más por mí (para darme celos) que por él; Apukante che.
En síntesis, salí de la municipalidad y me fui como para abrir la puerta de la camioneta y le encontré ahí a Lily: -Ma'eeeena ko che angirũmi! Le abracé luego re fuerte y sinceramente me hizo sentir muy feliz verla. Después nomás ya por el camino mamá me dijo que esa fue una sorpresa que desde hace tiempo ya estaban planeando con papá y que también le invitó a su gente kuéra para festejar ese día tan especial como que todos éramos muy amigos.
Lo que no saben es que al final ella otra vez la que me sorprendió cuando me dijo: -Carlos, sabes ya que voy a venir a vivir por acá?
Ahí me di cuenta que el terreno de mis abuelos que habían fallecido hace poco, se le vendió a su familia y, por fin todo empezó a tener sentido.
Llegamos a casa y empezamos con la farra. Creo que hasta nos pasamos con las copitas porque lo último que recuerdo fue que nos dimos un primer beso con Lily. Ese fue sin dudas un día fenomenal.
Cada tres días a la semana por ahí lo que salíamos juntos. Trataba siempre de trabajar duro los días que no la veía para juntar plata y llevarla a esos lugares más lindos, porque sinceramente se merecía.
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1 x 2 "Uno latiendo por dos"
RomanceHasta dónde llega el amor de un ser humano, cuando conoce a la compañía que siempre desea en su vida? ¡Averígualo! Conozca a Carlos quien nos ha contado su historia con propósitos de mirar al mundo de diferente forma y aprovechar hasta el más mínimo...