Era un martes por la mañana, cuando: Al galope se abren las puertas de la pieza. ¡Uy que veo un ángel! y... ¿vestida de graduada? Era Lily.
Entró con la sonrisa más plena que jamás haya visto y fue directamente a agarrarse de mis manos. Un pirĩ me subió por todo el cuerpo.
Rápida y brevemente me dijo:
-Carlos, ya no hay mucho tiempo que perder; si estoy aquí es porque te amo y no voy a dejarte ir. Vas a seguir siendo feliz y nada malo te va a pasar.
Como te prometí, hoy recibí mi título y quizá hoy debíamos empezar a formar oficialmente nuestro hogar. Las circunstancias lo impiden hoy, pero te prometo que no es por ti, sino por mí.
¿Ya viste mi corazón? No lo verás, porque alguna vez formará parte de ti. Siempre seremos "uno latiendo por dos".
-¿Qué? Lilian, mi amor, espera por favor. ¿A dónde vas?
Ahí mismo, suelta mi mano y sale corriendo. Los doctores inmediatamente entran y me ponen una mascarilla para dormirme porque estaba muy alterado. Sí, claro.
Despierto y me siento muy raro, con muchas náuseas y completamente mareado. Trato de mirar a mi alrededor y... Tenía feroz sutura en mi pecho.
Comencé a gritar, asapukái ha asapukái porque no entiendía si todo estaba siendo un sueño o ya era la realidad.
Entraron 3 enfermeros y antes de volver a sedarme sin consentimiento, me trataron de calmar y me dijeron que como consiguieron un donante de improviso, me tuvieron que operar de emergencia y todo salió exitosamente.
Aguyje mante, avy'aitepio, pero... ¿Lily dónde está? Imaginate que yo estaba más preocupado por ella que por mi salud.
-Tranquilo, Carlos... Está haciendo algunos trámites por lo de su egreso, pero pronto vendrá –me dijeron.
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1 x 2 "Uno latiendo por dos"
RomanceHasta dónde llega el amor de un ser humano, cuando conoce a la compañía que siempre desea en su vida? ¡Averígualo! Conozca a Carlos quien nos ha contado su historia con propósitos de mirar al mundo de diferente forma y aprovechar hasta el más mínimo...