« - Reki ».
« - ¿Sí? »
« - Le puse tu nombre a mi mariposa ».
Ninguno de los personajes me pertenecen a mí, créditos a sus autores: Hiroko Utsumi e Ichirō Ōkouchi. También al estudio Bones.
Créditos a @karqsuno por el fanart de la portada.
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– Reki, es la sexta vez que te atrapan en una de esas carreras ilegales.
– Esos malditos policías hacen trampa, ¿piensan que el skate va más rápido que su auto? ¡Por supuesto que no! Deben dejar ventaja – digo totalmente convencido de mis argumentos.
— Y también es la sexta vez que debo pagar la multa — mi madre sonaba más enfadada de lo habitual.
— Mamá, creo que has gastado más dinero en pagar las multas de Reki que en los pañales para las pequeñas — comenta mi hermana menor, Tsukihi. Le lanzo una mirada asesina, esta me saca la lengua en forma de burla.
— Prometo que la próxima vez seré más rápido y no me atraparán — camino hacia la puerta, con el colorido skate con mi mano derecha, dispuesto a salir de casa hacia mi lugar favorito.
— ¿A dónde vas, jovencito? No, tú no sales de casa el día de hoy — escucho la risa de mi hermana, que irritante. Me giro con la cabeza agachada, soltando un suspiro.
Llevo meses dentro de la "S" y de ocho veces que ha venido la policía, seis de ellas me han atrapado. Nadie puede creer la mala suerte que tengo pero por eso no dejaré de ir, debo derrotar al jodido y tramposo Shadow.
— Pero, mamá.
— De peros nada, siéntate — me empuja hacia la silla con suavidad.
Mi hermanas se marchan a petición de mi madre, observo la escena curioso, ¿me echará otra bronca? No puedo creerlo, jamás se había enfadado tanto. Coloco mis manos sobre la mesa de madera y dispongo a jugar con mis dedos.
— He hablado con los policías y tenemos una propuesta para ti — escucho atento. — Ellos me han comentado que el precio de la multa aumentó y yo no puedo pagar esa cantidad. Tienes tres hermanas menores que necesitan recursos, ¿lo entiendes? — asiento algo apenado. — Entonces, hemos llegado a un acuerdo. Como sabes, trabajo como asistente en el centro de salud mental: blue butterfly y nos faltan algunos volun-
— No, mamá. No puedo ir como voluntario, tengo trabajo a medio tiempo y escuela — agito mis manos en forma de negación.
— Vamos, seguro que Shokichi lo entendería. Serán unos meses. Además, has entrado en vacaciones. Ayudaría mucho al centro y hay ciertos chicos de tu edad, puedes hacer amigos — insiste.
— No quiero hacer amigos dentro de ese lugar — mi madre me mira sorprendida — quiero decir, no quiero hacer amigos en general, no porque allí hayan chicos un tanto… Agh, ya me has entendido.
Mi madre — cómo acaba de mencionar — trabaja como asistente en la clínica blue butterfly. En este lugar acuden niños y adolescentes con diferentes trastornos. Los ayudan con distintas terapias en grupo, interactivas, también dan clases para los que no pueden moverse a sus ecuelas incluso alojo completo para jóvenes sin padres o que lo necesitan. Es un lugar muy conocido por sus buenos resultados pero, aún así, no me veo como voluntario en ese lugar.
