t o u c h

f o u r

Habían pasado cuatro semanas sin interacciones entre Tom y Alexandra, pero había muchas entre Tom y Dumbledore.

Después de hablar con Slughorn, Tom tuvo muchas preguntas. Al ver que Alexandra fue encontrada hablando con Dumbledore antes de que se conocieran, Tom pensó que Dumbledore sería el que le daría la información que deseaba.

Alexandra miró una foto de ella y sus amigos que se había guardado en el bolsillo antes de irse. Se estaba desvaneciendo en algunas áreas por cómo se había doblado, pero aún podía ver la risa animada que compartió con todos sus amigos la Navidad pasada en la Madriguera.

Alexandra había estado viviendo en La Madriguera desde que comenzó a asistir a Hogwarts. Una vez que Molly se enteró de que había estado viviendo en un orfanato, su instinto maternal se hizo cargo. Compartía habitación con Ginny y con el tiempo se había vuelto muy cercana a Ron y los gemelos. Si tuviera que elegir a quién extrañaba más, serían a ellos. Eran su familia y no quería volver a perder una familia.

"Estás en un pensamiento muy profundo, ya veo", dijo Tom Riddle mientras se acercaba a la chica. Volvieron a estar solos mientras se sentaban en la sala común a altas horas de la noche. Alexandra se guardó rápidamente la fotografía en el bolsillo de la bata.

"Lo estaba hasta que apareciste," escupió Alexandra.

"¿Te gusto?" Tom preguntó de repente. Alexandra se volvió hacia él con el ceño fruncido.

"¿Perdón?" Ella preguntó.

"¿Te gusto? ¿Es por eso que me he estado encontrando aquí todas las noches esperando tu llegada? ¿Me has hechizado? ¿Una poción de amor?" Preguntó, enojándose. Había estado tratando de encontrar las razones de su repentino enamoramiento con esta chica, pero no tenía nada.

De hecho, todavía no sabía nada de ella. Había estado investigando Alexandra River durante días y no encontró nada. No hay rastro de transcripciones anteriores, ni siquiera un certificado de nacimiento. Era como si ella no existiera. No podía confiar exactamente en la palabra de Dumbledore si no había pruebas que la respaldaran.

"No", dijo con severidad, queriendo ver su reacción. Su rostro no se había movido en absoluto.

"¿Dónde fuiste a la escuela antes de Hogwarts?" Tom preguntó, queriendo ver si sus respuestas coincidían con las del profesor.

"Beauxbatons", respondió rápidamente.

"¿Donde naciste?" Él continuó.

"Londres, si quieres saberlo."

"¿Por qué tus padres te enviaron a Hogwarts?" Preguntó Tom, haciendo una pregunta que no pensó hacerle a Dumbledore. La respiración de Alexandra se atascó en su garganta. Tom notó su vacilación y una sonrisa se arrastró por su rostro.

"No lo hicieron. Están muertos," Alexandra comenzó a hacer que la sonrisa de Tom vacilara. "Me había metido en algunos altercados con otros estudiantes. Dumbledore se enteró y me pidió que asistiera a Hogwarts. Beauxbatons felizmente me dejó ir".

"¿Dónde vives?"

"Un orfanato", explicó.

"¿Dónde?" Preguntó, preguntándose si su conexión se derivaba de su infancia. "¿Londres?"

"Francia", mintió. No le iba a decir que el orfanato en el que residía es el mismo en el que él reside actualmente. Pensando en ello ahora, no estaba muy segura de adónde la enviaría Dumbledore si llegaba a las vacaciones de verano. "No estoy seguro de si regresaré, o adónde iré si no lo hago. Dumbledore mencionó uno aquí en Londres. Creo que se llama Wool's, si has oído hablar de él".

"¿Que te dijo el?" Preguntó Tom, sospechando que Dumbledore le había contado todo sobre su vida; sus padres y el orfanato. Tenía que estar manipulándolo. No había otra explicación de por qué sus vidas eran tan similares. Nadie ha sentido el dolor y la traición que él sintió. Nadie.

"¿Qué quieres decir?" Preguntó Alexandra, notando que se puso nerviosa al mencionar el orfanato. "¿Sobre el orfanato?"

"¡Acerca de mí!"

"¡Nada!" Ella se defendió, tratando de calmarlo. "No te ha mencionado desde que nos conocimos. Todo lo que dijo es que eres un mago brillante, el mejor de la clase. ¿Qué te pasa?"

"Dile a Dumbledore que se puede olvidar lo de Wool. No vivirás allí", dijo Tom con severidad. "Son todos muggles horribles y sucios los que dirigen el lugar. No pueden cuidarte".

"¿Y crees que puedes?" Alexandra rió. "¿Cómo sabes siquiera que son tan horribles si—"

"Porque resido en el orfanato de Wool", admitió Tom, su voz casi se suavizó. "Ese lugar ya es horrible sin ti, no te necesito allí para empeorar las cosas".

"Buenas noches, Tom", dijo Alexandra, levantándose. Ella no vio ningún éxito en esta interacción en este punto, así que dejó de intentarlo.

"¿A dónde vas?" Tom preguntó, poniéndose de pie también.

"¿De verdad crees que quiero estar aquí? ¿Que quería dejar mi antigua escuela? ¿Que quería dejar el único hogar que conocí para venir aquí y tratar con gente como tú?" Preguntó Alexandra, significativamente más enojada de lo que estaba hace un momento. Cuando él no dijo nada, ella irrumpió en su dormitorio, dejando una fotografía que se le había caído del bolsillo.

Observó la imagen de dos niños y dos niñas, incluida Alexandra, sentados en lo que parecía una cocina con los suéteres a juego más horribles que había visto en su vida, riendo juntos. Por cómo se veía la casa en el fondo, asumió que estaban en el orfanato de Alexandra. Estas personas deben ser sus amigos, pensó.

Tom consideró arrojar la fotografía al fuego, pero no lo hizo. En cambio, se aferró a ella y de hecho planeó devolverlo la próxima vez que la viera.
Hasta entonces, examinó cuidadosamente la foto para ver si podía encontrar algo que le dijera más sobre ella.