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.Vaya, nuevamente he vuelto a despertarme tarde, creo que hoy sí que me llevaré un castigo por esto... Debo dejar de ver programas hasta tarde, empiezan a afectarme... ¡AAAAHHHH, PERO ES QUE SON DEMASIADO BUENOS!.
Supongo que tendré que conseguir un reloj, y con eso evitar llegar tarde a clase... No toleraría ser castigado por algo tan tonto.
En fin, hora de salir de esta cama, parezco un tonto niño pequeño que llora porque no le han traído el biberón a tiempo... Tienes 22 años Adam, empieza a entender que ya no vives con tus padres, nadie te va a atender, y ahora menos, que los tienes a... En realidad ya ni recuerdo a cuántas horas están de mi, qué idiota.
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.Bien, a pesar de haberme levantado hace 2 horas, no estoy llegando tan tarde a clase, ¿o sí?.
Al menos pude saltarme al de seguridad, pero no creo que pase tan fácil al salón de clases, y menos si ya dieron la asistencia, espero tener suerte.
Entro al salón, y sorpresivamente no veo por ningún lado al profesor, aunque ya todos están dentro, y esto me hace pensar en una cosa... -Me escabullo entre todos y logro sentarme, pero cuando creo que me he acoplado bien al asiento, alguien posa su mano en mi hombro-
~Así que creíste que lograrías entrar a un salón de clases, después de haberte saltado el pase de seguridad, y burlar a los guardias, sin que yo me percatara de ello, ¿No, señor Adam?. -Mi piel se eriza y abro bien los ojos antes de darme vuelta y notar que es el profesor-
~E-eh-eh, h-hola profesor, yo, yo sólo estaba sacando mis cosas, n-no pensará que acabo de llegar, ¿o sí?. -De forma torpe saco un libro del interior de mi mochila y sonrío de forma forzada-
~Claro, ¿y cómo explica usted qué estuviera yo sentado justo al lado suyo y lo haya visto entrar de forma sigilosa?. -Escucho su pregunta y me siento aún más nervioso, ya que no vi por completo el salón de clases y pensé que no estaría aquí aún, así que cierro los ojos y comienzo a pensar en qué le diré-
(Joder, vamos, no debe ser tan difícil, di que se te perdió algo y no lo encontrabas, que te llamaron urgentemente tus padres, ¡LO QUE SEA, ADAM, PERO QUE SEA YA!) -Dejo salir un largo suspiro y decido hablarle al profesor con sinceridad-~Lo siento profesor, me quedé hasta tarde viendo programas en la T.V, no pensé que podría arruinarme tanto el horario de sueño, en verdad lo lamento. -Agacho la cabeza en forma de disculpa, y me lamento a mi mismo por la estupidez que acabo de cometer-
(De todo lo que pude haber dicho, sólo se me ocurre decirle la verdad... Es que soy un completo estúpido)
~Bien, veo que estás hablando con la verdad, y eso vale más que el regaño y castigo que iba a asignarte. Lo dejaré pasar, por esta ocasión, pero que por favor no se repita, ¿me oyó, señor Adam?. -Levanto la mirada y asiento con timidez-
~Y ya deje de poner esa cara, cualquiera pensaría que ha visto a un muerto. Coloque sus cosas en su asiento y preste atención a la clase.
~S-sí señor, eso haré, gracias. -Culmino con una sonrisa, y comienzo a sacar mis cosas-
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.Pensé que no saldría de esa, por suerte no salió tan mal... Creo.
Bueno, otra vez aquí, pero esta vez es más temprano. Desconozco la razón de por qué el profesor decidió terminar la clase una hora antes; este lugar se ve vacío cuando no es hora del receso.
En fin, intentaré pensar en algo mientras paso el rato, ya que no hay tanta gente para mirar, y los que están, son mis compañeros, y que raro se vería si yo sólo comienzo a observarlos.
Bien, primero sería bueno establecer un control en cuanto a los programas; ya son tres días desde que me levanto tarde, y hoy en especial, el día en el que más me atrasé. Quizá una alarma para dormir; y una para despertar, serían buena idea para evitar perder el tiempo; aún así lo veo muy forzado.
Está la idea de dejar de verlos, pero creo que eso sería un poco aburrido, ya que no tendría nada más interesante que hacer, y estudiar todo el día para los exámenes... Meh, no suena bien.
Creo que me quedaré con la primera idea, espero resulte, sino me veré envuelto en serios problemas.
Ahora, necesito pensar en una forma útil de invertir mi tiempo estando aquí, porque sólo merendar y aparentar que hago algo es estúpido, y la gente se da cuenta de eso... Al menos eso noté ayer; esa chica me veía como un psicópata, qué feo.
Quizá dibujar algo, podría resultar... Pero, soy pésimo en ello.
¿Qué tal escribir algo?... Nah, pareceré raro.
¿La tarea?... No, muy aburrido.
Hummm... Debe haber algo más que sólo comer y observar personas... Ah, ya sé, quizás podría intentar anotar lo que hago a diario, aunque resulte difícil de creer, ya que soy un chico con serios problemas de memoria, pero esto podría suponer un cambio en ello.
Quizá y hasta sea divertido, sólo espero poder continuarlo. Y más importante aún, ¿debería comenzar ya?. Sí, debería.
A ver, primero me terminaré este sandwich, que por alguna razón hoy está delicioso. -Me acabo rápido el sandwich y me chupo los dedos disfrutando de lo último que quedaba del mismo-
Qué delicia, ojalá pudiera comerlo a diario, jaja, creo que anotaré eso.
Día 1, nota 1. Comí un sandwich delicioso, y luego lamí mis dedos, disfrutando de su sabor.
Ay no, eso suena a reporte de oficina, mejor lo escribo de otra forma. -Tacho con el lápiz lo que acabo de escribir-
Bien, veamos...
Nota °1. Llegué como de costumbre a la cafetería, pero esta vez llegué una hora antes, al parecer nos dieron un tiempo extra, por alguna razón, no paro de sospechar que eso es por mi culpa, pero bueno, tampoco pude evitarlo. Me dispuse a comprar un sandwich, ya que hoy había una oferta, y quise comprobar de qué se trataba. Al final resultó en una buena idea, estaba rico, nutritivo, y me permitió sentirme motivado para realizar algo de provecho. Fin de la nota.
Hummm... Bueno, no está mal, podría ser mejor, pero es lo que hay.
Creo que la guardaré, no sé si sea buena idea tenerla aquí, alguien podría tomarla de mi libreta, y eso acabaría con la poca fe que tengo de hacer amigos. -Arranco la hoja, y la doblo de forma que entre en un pequeño recuadro que tiene el libro para ocultarla-
Vale, ahí debería estar a salvo, aunque debo conseguir donde guardarlas... Ya pensaré en algo.
Bueno, bien, creo que sí haré la tarea después de todo, espero no tardar demasiado.
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ESTÁS LEYENDO
Tú y Yo
RandomAdam Smith es un joven estudiante universitario, de apenas 22 años, que inicia su vida adulta de la forma más inusual pero peculiar posible, y a medida que pasen los días, la vida que creía conocer, se verá alterada por una serie de sucesos que siqu...