Sabía que él no cambiaría, sabía que el seguiría siendo el mismo imbécil de siempre, pero estaba malditamente enamorada, sabía que cometería errores y estaba decidida a soportarlos y perdonárselos, pero todos tenemos un límite, y él lo toco, mi vida era nada sin él, pero no podía seguir rebajándome a ser siempre su maldita segunda opción, porque lo sabía bien, Oliver era mío, pero también era de todas……
