Todo el día había sido fantástico, Oliver se había portado como todo un caballero –lado que no sabía que poseía- cuando nos detuvimos en la feria que siempre había en el muelle mi sonrisa se amplió una vez más –no sabía que era capaz de sonreír tanto- Oliver también sonrió y luego tomo mi mano, caminamos hacia por todo el lugar hasta que vi un gran oso de color café oscuro sosteniendo un corazón que decía “te quiero” sé que es algo cursi pero que él lo ganara para mi significaría demasiado, Oliver capto que el oso había llamado mi atención y decidió jugar, tres intentos y no lograba ganarlo, cuando lo intento por cuarta vez me hizo puchero y luego tiro la última pelota derribando todos los bloques, fue cuestión de segundos para que saltara sobre él y lo abrazara con fuerza, cuando me percate de lo que hacía hecho lo solté, esta vez era yo la sonrojada.
-todo tuyo –me entrego el oso y sonreí-
-gracias Oliver
-no tienes nada que agradecer linda
Seguimos caminando pero el oso era tan grande que tuvimos que ir a dejarlo al auto para luego volver, esta vez comimos una que otras cosas de los puestos, luego nos pusimos a jugar hasta que vimos una cabina de fotos, esperamos a que los chicos dentro salieran y luego entramos, en la primera los dos hacíamos muecas, en la segunda yo besaba la mejilla de Oliver y en la otra él la mía, las demás eran muecas hasta que en la ultima el me beso, la foto termino con el besándome y yo con cara de “no me esperaba eso”
-toma –dijo entregándome un tira de ocho fotos, él se quedó con la otra mitad que tenía la misma cantidad y las mismas fotos- me gusta esta –señalo la última-
-a mí también me gusta esa –sonreí-
-haríamos linda pareja, sabes?
-eso creo
El me abrazo y luego seguimos caminando “haríamos linda pareja” esa frase vago por mi cabeza el resto de la noche, cada vez que la recordaba sonreía, cuando la feria finalizo volvimos al auto, Oliver se alejó un poco antes de detenerse frente al mar, bajamos y nos sentamos en la arena.
-esta fue mi mejor noche hasta ahora
-y eso que aún no termina –me guiño-
-hay más?
-que tenga preparado no, intento improvisar
-sorpréndeme entonces
Él sonrió, luego de un rato en silencio acomode mi cabeza en su hombro y el me abrazo, era extraño lo rápido que estaba pasando todo pero no me quejaba, Oliver siempre me había parecido apuesto, pero jamás me había atrevido a intentar conquistarlo hasta que supe la historia de mis padres, mi madre se había propuesto la misma meta que ahora tenía yo, solo que ella si había logrado conquistar completamente al chico y este se había convertido en su esposo y mi ahora también padre, ella me había dado varios de sus secretos pero en este momento no estaba muy segura de usarlos, temía meter la pata y arruinarlo todo “tienes que arriesgarte para ganar, si no ellos pensaran que eres como todas las demás, que siempre esperan que ellos den el primer paso” trague con dificultad y me decidí, me separe un poco de Oliver y el me volvió a ver con confusión, antes de que el dijera algo lo bese, cuando creí que él no seguiría mi beso sus manos se adueñaron de mi rostro y el verdadero beso comenzó, maldije la falta de aire cuando tuvimos que separarnos.
-me encantas –dijo el viéndome a los ojos aun intentando recuperar todo el aire- me encantas desde aquel día que me hablaste en las gradas
-me alegro de haberme atrevido a hablarte
-dudabas?
-te veía tan serio que temía que estuvieras enojado y me ignoraras o me dijeras algo hiriente
-si te conteste mal
-un “importa” no estuvo tan mal
-fuiste la primer chica que se preocupó por si estaba bien o no
-oh, te quite una virginidad –el rio y yo no pude evitar contagiarme-
-sí que lo hiciste –dijo y me beso una vez más-