Por aquel día en que estuve sentado,
desperté de repente bien ansioso;
conociendo el dulce tacto sedoso
de quien en la habitación hubo entrado.Contemplé admirando y embobado
aquel rostro bello, blanco y hermoso,
del que un hombre desea codicioso
dado del puro oro claro encontrado.Si es que estando yo en la misma cordura
entraste tú en mi mente cual termita,
sabiendo que me ciega tu hermosura.Entraste allí, donde mi alma habita.
Robando feroz hasta la más pura
hazaña y vivencia en mí bendita.M.O.A
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El arte de sentir
PoesíaEn esta obra hago una recopilación de varios poemas que he escrito.... son 1000% míos :) Los poemas son para mi una forma delicada y precisa (pues la poesía que elaboro sigue una métrica y una rima característica del tipo de poema que vaya a elabora...