Hola mamá, hola papá

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Harry Potter

Desde que tengo memoria siempre he soñado con tener a alguien que me quiera, alguien que me cuide, que se preocupe por mí, que me diga cuanto me quiere, alguien con quien contar, alguien que me enseñara a andar en bici, que me felicitara cuando obtuviera buenas calificaciones, que me regañara cunando hiciera algo imprudente, que me enseñara como es la vida.

No sé qué fue lo que hice mal, desde siempre he estado solo, no tengo con quien contar, mis parientes (Si es que se les puede llamar así) siempre me han aborrecido por el simple hecho de existir, siempre he tenido que ver que tan perfecto es mi primo, tengo que hacer los deberes del hogar, mientras que el sale a jugar con sus amigos, ve la televisión o simplemente juega con sus videojuegos, mientras que yo tengo que hacer múltiples tareas, para ganarme una miseria de alimento, he sufrido violencia, y desde hace unas semanas esta ha aumentado.

Hace unas semanas vino un hombre muy grande llamado Rubeus Hagrid quien me dijo que era un mago ¡Si! ¡Soy un mago! Al inicio no le creí, pensé que me estaba bromeando pero después de ver como hacia que a Dudley le creciera una cola de cerdo le creí completamente, también me conto la verdad sobre como es que fallecieron mis padres. Estoy tan feliz de saber que no eran unas personas alcohólicas como mis tíos me lo hicieron saber todos estos años. En fin me estoy desviando del tema, Hagrid me trajo una Carta para asistir a un Colegio de Magia y Hechicería llamado Hogwarts, estoy tan feliz de saber que pronto voy a poder salir de este infierno.

Lamentablemente después de ese día mi tío se enfureció conmigo y usaba cualquier pretexto para golpearme, solo deseo poder ir a Hogwarts lo más pronto posible, ya no aguanto los golpes, tanto de mi tío y de mi primo pero lo que mas me duele es ver el rostro de mi tía, muestra una indiferencia, siempre se comporta como si fuera invisible, como si no existiera, no puedo creer que aquella mujer fuera hermana de mi madre, Hagrid me conto que mi madre fue una persona increíble, la mujer mas cariñosa y amable que pudo conocer, me hubiera encantado por lo menos recordar a mis padres.

En días pasados eh soñado con un gran tren rojo y que de repente atravieso una pared de ladrillos junto con un hombre alto, de cabello negro, ojos color café que usa lentes al igual que yo y después de nosotros llega una mujer de cabello rojo, y unos hermosos ojos verdes brillantes parecidos a los míos, aquellas personas me miran con cariño y me ayudan a subir a aquel impresionante tren rojo, a través de la ventana del compartimiento en el que me encuentro puedo ver como aquella dulce mujer comienza a llorar por mi partida, mientras que el hombre me mira con orgullo.

Después de aquel dulce sueño que tuve de mis padres me sentí triste por no tenerlos conmigo, pero a la vez me sentí feliz de por lo menos conocer su cara a través de un sueño, aquella noche dormí como nunca a pesar del dolor que tenia por los golpes que recibí durante la tarde.

Pero no estaba preparado para la paliza que recibí al día siguiente, todo porque mencione que se acercaba el día en el que iba a ir a la escuela, tras decir aquellas palabras mi tío se puso completamente rojo, parecía que en cualquier momento iba a soltar vapor por las orejas, de repente se levanto y me dio una cachetada, podía sentir su palma marcada en mi mejilla y tenía un ardor horrible, después de ese golpe siguió otro y otro, después de varios golpes sentía que mi vista se nublaba pero no era por las lágrimas, poco a poco iba perdiendo la conciencia pero podía sentir como iba de un lado a otro de la casa, hasta que sentí que mi cabeza golpeo fuertemente contra la pared y sentí como algo caliente bajaba por mi cuello, después de eso todo fue oscuridad.

Comencé a ver luz mientras abría poco a poco mis ojos, y di gracias a todos los dioses por no sentir dolor después de aquella horrible paliza, cuando desperté completamente mire a mi alrededor pude ver que me encontraba en un jardín enorme en el cual había unos postes raros con unos aros en las puntas, y a un lado una casa enorme, una mansión muy bonita, de repente escuche mi nombre y cuando gire pude ver nuevamente a mis padres con una enorme sonrisa en sus rostros.

H: -Hola mamá, Hola papá- Dije mientras le daba un abrazo a cada uno.

J: -Hola Harry, hace mucho que no nos vemos, estas enorme-

L: -Mi pequeño bebé, te extrañe muchísimo- Dijo mientras me abrazaba una vez más. -No te preocupes por los Dursley, ya no tendrás que volver con ellos, ahora te podrás quedar con nosotros siempre- Después de aquellas palabras no pude evitar sonreír, estaba tan feliz de dejar esa cárcel que los Dursley llamaban hogar, por fin podría estar con mis padres todos los días.

FIN

Hola mamá, hola papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora