2: Buen día ¿no?

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Se encontraban en clase de química y Rosé no encontraba las palabras para describir las ganas de desaparecer que tenía. No entendía absolutamente nada y tampoco se preocupaba por hacerlo, era cuestión de simplemente pestañear y ver miles de números y formulas en la pizarra, le dolían las neuronas de solo verlo.
Por otro lado, Jennie, se encontraba un poco más atenta aunque no mucho. La realidad era que la más baja tenía facilidad con esa materia y los números en sí, así que simplemente se dedicaba a copiar y resolver en su cuaderno.

-Dios, Jennie, ver tu cuaderno me dan ganas de vomitar.-expresó exageradamente Roseanne haciendo ahorcadas.

-Como se nota que lo tuyo es el arte, Rosé.

La rubia soltó una pequeña risa y volvió su mirada a la pizarra, viéndose interrumpida por una cabellera rojiza. Era Jisoo quien estaba hablando con uno de sus compañeros de clase animadamente sobre la fiesta del fin de semana anterior. Obviamente él le estaba coqueteando, le sonreía y buscaba cualquier excusa para tener un mínimo contacto con ella; haciendo que la chica se aleje disimuladamente. Al menos para todos menos para la rubia, que veía más que claro las acciones de la otra chica. Rodó los ojos molesta, pensando lo mucho que el chico le alimentaba el ego a Jisoo.

-Deja de mirarla así que le vas a agujerear la espalda.-comentó Jennie viendo como su amiga miraba con molestia a la otra chica.

-Ella se metió en mi campo visual.

-Cuánta madurez, quedó más que claro que no la soportas. No le des tanta importancia.

-No me cae bien la gente egocéntrica.

-Lo sé, a mí tampoco. Pero problema de ella. O bueno, no sé si tanto, ¿qué culpa tiene de tener la cara perfecta?

-¿De qué sirve ser linda cuando tu personalidad es una completa mierda?

-Mi vida, ni siquiera la conoces. De todos modos no entiendo por qué le das tanta importancia. Mientras ella no se dirija a vos no deberías siquiera pensarla, además que tampoco sos de su agrado.

-Lo sé, da igual. ¿Me pasas la tarea?-preguntó la rubia recibiendo un asentimiento como respuesta y agarrando el cuaderno de Jennie para comenzar a copiar lo que había hecho.

Uno de los ¿amigos? de Jisoo la llamó para pedirle ayuda con uno de los ejercicios que les había dado su profesor para que practiquen el tema que estaban viendo. Casualmente el chico estaba sentado cerca de Rosé y Jennie, precisamente a unos largos centímetros al lado de la rubia.

Cuando Jisoo pasó por delante de sus asientos para dirigirse con su amigo, Roseanne pudo oler el perfume de inmediato. Tenía muy buen aroma, sí, olía a perfume caro, pero era muy rico.
Mientras la rubia pensaba en cuánto le habría costado ese perfume, no se percató que la chica de pelo colorado le dedicaba miradas fugaces. Miradas sin más, no la miraba mal, pero tampoco la miraba bien.

Luego de esa clase tuvieron historia, levantándole un poco el ánimo a Rosé ya que esa materia sí le gusta y además, su profesora era muy buena en su labor.

Pasan las horas y la jornada escolar finalmente termina.

Al día siguiente Jisoo se encontraba recostada en la pared del patio de la escuela hablando con cuatro de sus amigas. Y por hablando me refiero a que ellas hablaban sobre que Nicole se había besado con Josh, que era el novio de una chica del curso anterior al de ellas.
Jisoo no tenía ni idea de quién era ese tal Josh, y hasta jura que es la primera vez que escucha su nombre.
Cansada recuesta su cabeza contra la pared y cierra los ojos agotada, últimamente no estaba durmiendo bien.

-Chichu ¿venís?

-¿Eh? ¿Cómo?

-Chicas, adelántense, en un rato vamos nosotras-avisó Lisa, su mejor amiga, a las demás. Una vez que se alejaron, dijo-¿qué te pasa? ¿por qué parece que acabas de salir de la morgue?

-No dormi bien anoche, nada más.

-¿Insomnio otra vez?-preguntó ya más preocupada.

-Sí, creo que tengo que retomar terapia o volver a comprar el medicamento, hace dos semanas no duermo más de dos horas por día y anoche prácticamente dormí 20 minutos.

-Vamos, te voy a comprar algo para comer. Si además de dormir mal no te alimentas bien, vas a terminar desmayada.-le dijo Lisa, mientras se acomodaba el flequillo con sus dedos gracias a que el viento lo había despeinado un poco.

-No hace falta, tengo plata.-comentó haciendo puntitas de pie para acomodarle bien el pelo a Lisa, ya que era unos cuantos centímetros más alta que ella.

Después de que compren algo para que Jisoo coma, las chicas fueron finalmente al salón. Antes de que puedan cruzar la puerta, las chicas chocaron con un pequeño cuerpo.

-Uy, disculpen.-Dijo la chica, mirándola a las dos con un poco de timidez, Lisa y Jisoo podían ser muy intimidantes a veces.

-Esta bien Jennie, no te preocupes- sin embargo dijo la chica con flequillo, sonriéndole mostrando su perfecta dentadura.

-Sí lo que sea, no importa Jennie, pero permiso que necesito sentarme-habló impaciente Jisoo, percatándose de que a su mejor amiga prácticamente se le caía la baba.

Se hicieron a un lado y fueron a sus asientos, mientras la más baja pensaba que si tuviese su almohada, nadie la despegaría de su escritorio y se la pasaría todo el día durmiendo en la escuela. De todas maneras se sentó de costado, dejando su espalda contra la pared y mirando a Lisa.

-No hacía falta que seas tan brusca.

-No fui brusca, fui sincera y le hablé bien, si me quedaba parada contemplando como la mirabas con cara de enamorada, me iba a caer del cansancio.

-¡Shhhh! ¡imbécil, baja la voz! -le dijo "susurrando".

-Ya sé Lisa, ya sé, nadie escuchó no te alteres- la tranquilizó- ya sabes lo que pienso sobre eso, hace dos años venís con lo mismo-ahora sí, habló murmurando.

-Y vos ya sabes lo que me pasa, acá no lo hablemos-respondió la más alta, dando esa charla por finalizada.

A los minutos entra Roseanne por la puerta. La rubia entro con sus auriculares y completamente desinteresada en quienes estaban en el salón. Jisoo inmediatamente rodó los ojos, fastidiándose con la presencia de la otra y solo para molestarla le habló alzando la voz, ya que seguía con los audífonos:-BUEN DÍA, ¿NO?

Roseanne se giró despacio, era muy temprano para esto, se sacó los aparatos de sus oídos, la miró y sin decir ni una palabra, volvió a colocarse sus auriculares. Jisoo sonrió con soberbia y la rubia simplemente le sacó el dedo del medio.

-No la molestes, son casi las ocho de la mañana- le dijo Lisa sonriendo levemente.

-No la molesto, es más, le estoy enseñando modales.- y antes de que pudiera seguir hablando, el timbre sonó indicando el comienzo de clase.

-Dale, saca tu cuaderno e intenta no desmayarte del sueño en todo el día- comentó burlesca la más alta.

tired (Chaesoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora