13: Extraño

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Tocaba el instrumento frente a ella con una fuerza innecesaria, los palillos que tenía en sus manos parecían que iban a partirse en cualquier momento, y su pie tocaba el pedal con tanta desesperación que podía agujerear el bombo.

-Basta, eh, Roseanne. ¡BASTA!-gritó esa voz masculina, sacando a la chica de su burbuja de frustración. Inmediatamente paró y dejó los palillos apoyados a un lado.-Al fin, no me estabas escuchando ¿qué te pasa hoy?-preguntó su profesor.

-¿Pasar? Nada, no me pasa na-

-No estas respetando el ritmo, no me prestas atención y por cómo estás tocando, me doy cuenta que estas enojada. Podrías haber roto la batería.-Rosé bufó-Vamos a tomarnos un descanso para que puedas canalizar un poco esa furia que tenes. Si queres liberar tus emociones en la música, la idea es que eso no entorpezca tu rendimiento.-aconsejó.-Voy a preparar unas cosas que quiero mostrarte, mientras tanto, sentate allá y toma un poco de agua.-finalizó dándole una botella y levantándose para salir de la habitación.

Decidió sentarse en una de las sillas y tomó de su botella. Cerrando los ojos con fuerza. Estaba enojada, totalmente enojada; solamente que esta vez el enojo era consigo misma.

Habían pasado dos semanas desde que Lisa invitó a Jennie a una cita que salió de maravilla, y se podía decir que oficialmente ya estaban saliendo. Realmente se alegraba por ellas, más por su mejor amiga, quien prácticamente irradiaba brillos de la felicidad.

El problema es que habían pasado dos semanas con una tensión extraña y casi dolorosa con la dueña de sus pensamientos últimamente, Jisoo.

Ese juego y choque que siempre habían tenido ya no era lo mismo. Antes solamente eran comentarios innecesarios para fastidiar a la otra ya que no se soportaban. Ahora, esos comentarios con soberbia y egocentrismo rozaban el coqueteo, y era mutuo. El decirse cosas cómo "deja de querer llamar mi atención, sé que te morís por mí pero sé un poco más disimulada" seguido de una sonrisa y miradas intensas, era ya una costumbre en ese último tiempo.

Y le molestaba porque le gustaba, disfrutaba que Jisoo la mire con los ojos brillando y que le sonría triunfal, casi diciendo "te tengo en la palma de mi mano sin ningún esfuerzo".

Aunque ella no se quedaba atrás, parecía una competencia para llevar a la otra al límite, ¿de qué? no estaba segura.

Notaba las miradas fugaces que le daba la chica baja en las clases, atrapándola varias veces y haciendo que se gire con rapidez. Era un consuelo saber que le podía devolver al menos un poco de lo que la otra le provocaba.

Le frustraba sentirse tan nerviosa, que la haga temblar y sonreír con diversión con solo una oración. Detestaba que lo más seguro es que para Jisoo solo sea una nueva manera de fastidiarla y que no sea consciente lo que le estaba haciendo.

Jisoo era una imbécil, de eso no tenía dudas. Siempre fue egocéntrica, pero por su belleza y su (para ella) falsa simpatía lograba agradarle a todo el mundo. Bueno, a todos menos a ella. O eso creía, ya que pasó toda la secundaria riéndose de todos los hombres que intentaban de cualquier manera acercase y ahora tiene un lío en la cabeza solo por un par de sonrisas y comentarios.

Era débil, lo sabía. Pero su orgullo era más grande, y no iba a dejar de ninguna manera que se sepa lo que estaba sintiendo, no se permitiría darle esa satisfacción a la chica de pelo rojizo.

Por otra parte, Jennie sí lo notaba. Sin embargo, no entendía del todo. Notaba como Roseanne estaba algo extraña, más nerviosa de lo normal, más callada; también se daba cuenta que la relación que mantenía con Jisoo no era tan hostil como antes, tal vez pasar tiempo juntas hizo que dejen de ser dos niñas pequeñas.

El profesor volvió ya dispuesto a seguir con la clase, la rubia dejó esa catarata de pensamientos de lado. Más tranquila y más concentrada, la clase siguió sin ninguna dificultad.

                                    *********

-Tenemos que hablar.

-¿Qué? Eso se dice cuando vas a terminar con alguien, ¿me vas a dejar? ¿ya no me necesitas ahora que estas con Jennie?-empezó a molestarla.

Lisa y Jisoo decidieron salir a solas, estaban sentadas comiendo en un lugar de comida rápida, habían ido al cine.

-No empeces, no seas celosa.-Se río- perdón, no quería que suene tan serio. Es que estoy curiosa.

-¿Curiosa con qué?-cuestionó la más baja  mientras tomaba su refresco.

-Rosé y vos-dijo sin tapujos, Jisoo se atragantó-Hace cuatro años se vienen molestando y teniendo peleas dignas de niñas de nueve años ¿y de una semana para la otra casi que bromean juntas?-siguió hablando ignorando como tosía su amiga, le pasó una servilleta.-No entiendo, ¿acaso Jennie y yo hicimos un milagro? si hubiese sabido que así se solucionarían las cosas, hubiese invitado a Jennie desde hace tiempo.-se cruzó de brazos y alzó sus cejas.

-Bien, primero, eso nunca hubiese pasado porque recién ahora logras mantener una conversación con ella sin desmayarte por los nervios.-comenzó, Lisa frunció su ceño mas no objetó nada, pues tenía razón.-Segundo, no tengo nada para decir de Roseanne, no sé qué le ves de raro. Me sigue pareciendo igual de insoportable que siempre.-Se hizo la desentendida y le esquivaba la mirada a su mejor amiga quien suspiró y se rió.

-No sé si te pensas que estas hablando con alguna de las chicas del curso, pero te conozco como si te hubiera parido. A mí no me podes mentir y menos engañar, veo claramente que su relación cambió. Sólo quería saber cómo y por qué tan repentino.

-Nada importante, Lisa. Supongo que supimos lidiar con la presencia de la otra y nos soportamos un poco. Pero eso no quiere decir que seamos amigas.

La del flequillo se inclinó sobre la mesa obligando a Jisoo a mirarla a los ojos:-Está bien, sólo quiero que sepas que cualquier cosa que pase, podes hablarlo conmigo.

La más baja se puso nerviosa, más que segura que Lisa podía entrever algo de lo que lo estaba pasando. Ignorando eso, sonrió y asintió, manteniendo sus miradas.

No quería pensar en eso, se divertía con la nueva dinámica de peleas con Roseanne, le gustaba tener su atención y que la mire boquiabierta. Le gustaba que la otra siga y no se muestre confundida ni incómoda.

Sí, en el fondo sabía perfectamente que le pasaba, pero era muy pronto para admitírselo a sí misma.

Cambiaron de tema y continuaron la salida. Lisa le contaba a Jisoo que le estaba sacando de quicio las miradas que recibía y los interrogatorios de sus amigos al notar que ahora era "amiga" de Jennie. Sí, porque aunque no sean novias oficiales, la más baja le había pedido si podían mantenerlo en secreto por el momento. No porque se avergüence, sino porque además de que recién estaban empezando, Jennie no estaba lista para ser el centro de atención de toda la escuela; porque sí, la pareja de Lalisa Manoban iba a ser noticia en la institución sea quién sea. Obviamente la más alta lo entendió y estuvo totalmente de acuerdo con ella, tranquilizándola y diciéndole que de todas maneras no iba a permitir que nadie se meta con ella.

Jisoo felicitó a su amiga por su actitud tan madura y responsable para después quedarse callada por unos segundos y empezarse a reír con desespero. Lisa no entendía qué le pasaba. Hasta que su amiga le dijo que todo era bastante dramático teniendo en cuenta que ¡todavía ni siquiera se habían besado! La del flequillo harta simplemente le dió un golpe en la cabeza, diciéndole que la deje en paz.

tired (Chaesoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora