S ᴡ ᴇ ᴇ ᴛ s ᴄ ᴀ ᴘ ᴇ ─── gojou satoru

𝗦 𝘄 𝗲 𝗲 𝘁 𝘀 𝗰 𝗮 𝗽 𝗲 ─── 𝑀𝑎𝑔𝑖𝑐 𝑡𝑜𝑢𝑐ℎ

─── S ᴡ ᴇ ᴇ ᴛ s ᴄ ᴀ ᴘ ᴇ───

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˗ˏˋMᴀɢɪᴄ Tᴏᴜᴄʜ˗
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Sus manos cayeron al suelo a la vez que tosía una socarrona sonrisa surcó su rostro y tras volver a levantarse y ejectuar el mismo movimiento volvió al mismo lugar , un jadeo salió de sus labios cuando le propinó una patada rodó por el suelo y escuchó el aplauso que llamó su atención, su mirada viajó hasta el cielo las nubes y los rayos de sol que le impactaban fijo en el rostro, su respiración entrecortada y sus músculos ardiendo por el entrenamiento, todo fue obstruido por aquella cabellera albina y sonrisa burlona que extendió su mano hacia ella.

—felicidades .. has hecho un gran avance , un día a la vez makoto—chan —hablo a la vez que entrelazaba su mano con la de su contraria que alzó con cierta dificultad.

—que estás diciendo ni siquiera pude tocarte —bufo a la vez que rodaba sus ojos.

—no exactamente, pero si me esquivaste bien heh—dijo a la vez que revolvía levemente su cabello.
Makoto se sonrojó levemente al percatarse de que sus compañeros les observaban desde la distancia.—no estás mal para ser primer año..

—tsk cómo sea —dijo para girar sobre sus talones caminando hacia la academia sin siquiera detenerse a observar la sonrisa burlona de sus compañeros aunque sabía que ninguno podría siquiera acercarse a él.
Nadie podía.
Gojou satoru era el más fuerte , y si que dolía cuando entrenabas con el.

—bien Takeshi—kun sigues tu —fue lo último que escuchó para adentrarse a los fríos pasillos de la academia, con el ceño fruncido y cierta frustración, tener de meta vencer al albino se le estaba haciendo difícil.

Tras tomar una larga ducha y vestirse se sentó en su cama observando cada rincón, detenidamente, últimamente había algo que a makoto le incomodaba , le picaba en lo más profundo de su ser, se escurría por sus venas y causaba que su corazón latiera de prisa atiborrado en aquella sensación tan candorosa , pura e inocente que crecía cada vez más , de a poco, se extendía hasta la última de sus pestañas y terminaba siempre tocando sus labios sutilmente , rememorando cada ocasión que por medio de la posesión de estos se le había arrebatado el aliento, los pensamientos y simplemente lograba percibir las delicadas manos recorrer su espalda acariciar su mandíbula o sus cabellos, impregnada en su memoria estaban esos ojos azules que le contemplaban en la penumbra y causaban un sin fin de emociones cuando sus miradas conectaban en las cuatro paredes de su habitación, sus narices rozan y todo se vuelve tan delicado tan estimulante, diminuto e inmenso a la vez , tan efímero, un escalofrío recorre por su espina dorsal cuando siente el hálito chocar con el suyo, su corazón palpita y le busca lentamente, pero con un deseo irrefutable , codicioso , el volver a fundirse en el una vez más , roza sus narices y el entrecierra sus ojos afianzando su agarre contra sus caderas , se relame los labios y ambos están tan cerca que puede sentir la humedad de su lengua rozar con sus rosados labios, no lo tolera, esa mínima fracción de segundos en desear algo y llegar a conseguirlo, en querer volver a empezar esa nuestra de afecto que se profesan hasta que no haya otra cosa en su cabeza que los saque de eso,  paulatinamente vuelven a ello, pero esos míseros segundos que se mantienen quietos a la espera de que uno de ese paso que ambos ansían y se les apetece con frenesí, son los que más disfruta en secreto, contemplar a la luz de la luna su rostro, percibir su respiración entrecortada, admirar sus labios hinchados y su cabello alborotado, sin embargo lo que más le exaspera es saber que cuando los primeros rayos del sol salgan e ilumine todo a su alrededor, el ya no estará, generando una ausencia en su ser , y creando una inseguridad , que no cesará hasta que vuelva a escabullirse en su habitación por la noche.