Capítulo I

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Te juro que lo intenté, hice todo lo posible para evitar esto, pero ya no puedo más, ya no puedo seguir fingiendo una sonrisa en mi rostro, no puedo fingir que todo está bien cuando en realidad no lo está, ya nada es lo mismo, nada tiene sentido, te necesito, siempre me arrepentiré de no decirte lo que sentía - susurre aquellas palabras pudiendolas escuchar solo yo misma y con lágrimas en el rostro -

Me encontraba en un alto edificio, al que había subido, para poder acabar con todo aquel sufrimiento, estaba justo en el borde, a centímetros del vacío, solo tenía que dar un pequeño salto y se acabaría todo, solo quería volver a ser feliz.

Estaba a punto de saltar, pero me llegó la notificación de un mensaje, era mi madre. Decidí ignorarla, y puse el móvil en silencio, una vez silenciado, me puse a pensar sobre el sentido de la vida, una pregunta que todavía no había resuelto.

Bajé de la barandilla, me puse a recapacitar y pensar en las consecuencias, se que a él no le gustaría que hiciera esto, porque tirarse de un edificio en mitad de la noche no era la solución.

No me apetecía ir a mi casa, además en cuanto mi madre me viera por la puerta, me mataría por no haberme contestado, no sabía a dónde ir, no tenía un lugar donde poder dormir. Pero luego recordé que tenía las llaves de su piso, pero sería una mala idea porque todos los recuerdos llegarían a mi mente, y entonces no podría dejar de pensar, pero no tenía más remedio, así que me dirigí hacia la casa del chico que solia ser mi mejor amigo.

Tan pronto como llegue, coloqué las llaves y abrí la puerta, entré y cerré, era extraño volver a ese lugar después de ese incidente.Todo estaba como lo recordaba, un piso simple y sencillo, como el, era muy a su estilo, sin ninguna complicaciones.

Lo único que me apetecia en ese momento era irme a la cama, así que me fui hacia la habitación de él, en cuanto llegue, contemplé todo su cuarto, con todos sus cómics y sus póster junto a su escritorio.

Me senté sobre su cama, y empecé a deshacerla, estaba cansada pero no tenía sueño, así que me senté en la silla cerca del escritorio y empecé a escribir una carta para poder desahogarme.

"Soy como un demonio y tu eres todo lo que necesito. Eres como una droga o bueno más bien dicho, eras una droga para mí, eres simplemente lo mejor que he podido tener en mi vida.

Recuerdo como ellos te llevaban en una camilla, yo caminaba de un lado a otro, mientras tú estabas acostado, sin moverte, ellos te movieron y querían sentir tu latido, pero no hubo éxito, intentaron reanimarte y otra vez no hubo ningún logro.

¿ Puedes escucharme gritar, por favor no me dejes?, quédate conmigo, aun te quiero, vuelve todavía te necesito.

Me duele saber que ya no estás conmigo y no haberte podido contar sobre mis sentimientos hacia ti, porque fuí una cobarde, una estúpida cobarde al no poder decírtelo, tenía mucho miedo de que si te lo contaba, arruinaria nuestra amistad.

Te fuiste, te vi desaparecer, y ahora lo único que quedan, son los recuerdos.

Yo te he amado durante mil años, y lo seguiré haciendo como el primer día que nos conocimos, nunca dejaré de amarte Adam, nadie podrá ser como tu ni nadie podrá igualarse a ti."

Te quise, te quiero y te querré.

Yvette.


En cuánto terminé la carta,mientras la escribía, algunas lágrimas salieron, cerré los ojos, intenté tranquilizarme, metí la carta en un sobre y la cerré ,  la dejé encima de la mesa y me fui a la cama para poder descansar.

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⏰ Última actualización: Jun 16, 2021 ⏰

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