II

217 58 4
                                    

Anoche tuve una pesadilla...

Estaba Yo arrodillado frente al lago, en la orilla.

Miraba hacia mi reflejo cuando de pronto veo algo que brilla.

Me acerco, pues tenía curiosidad y no percibía ningún peligro... nada oscuro, nada maligno.

Y lo veo a Él, sumergido, con semblante retorcido. Sus ojos grises resplandecían, cual siniestro espectro.

Y me sonreía, pero no reía.

Me miraba amenazante mientras se elevaba y del agua emergía.

Y el agua que era cristalina ahora era sangre. Y su altísimo cuerpo estaba empapado de ella, haciéndome rogar que alguna deidad mi alma ampare.

Y el suelo que había a nuestro alrededor se desmoronaba, no había hacia donde escapar, el fin se acercaba.

Gritaba con todas mies fuerzas, mas el sonido no se propagaba.

Me dominaba la impotencia porque ninguna solución hacía acto de presencia.

Solo era Yo contra Él.

Yo tan indefenso y asustado, Él tan intimidante y empoderado.

Y cuando juré que estaba a punto de morir, en un abrir y cerrar de ojos desapareció. Por completo se desvaneció.

Y mis ojos se abrieron en medio de la madrugada. Tenía la respiración acelerada y la remera sudada.

No creo que pueda volver al lago...

No si siento que Él esta allí afuera, esperando.

TANOFOBIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora