Él, cuál cactus en medio del desierto, floreció precipitada y hermosamente al frescor de la noche.
Espinoso, peligroso.
Y Yo era Aurora,
a punto de pinchar vulnerablemente mi dedo en la punzante rueca.
A punto de entrar profundamente en un sueño del que no despertaría nunca.Pero no pinché mi dedo con sus espinas: en su lugar sentí en mi rostro el tacto de los fríos pétalos de la flor.
No hubo daño, no hubo dolor.Sin quererlo ni saberlo, por medio de aquella mezcla de espanto y encanto, marqué mi condena.
Y Él, cuál espejismo, despareció.
Se perdió
entre las infinitas dunas de mi desconcierto.
Abandonándome a la deriva de aquel mar seco, dejándome solo...
preguntándome si lo que había visto era cierto."Tal vez me confundí y en mis delirios me perdí", asumí.
"Tal vez sus brillantes ojos grises no eran más que estrellas,
y sus cabellos negros eran en realidad el oscuro cielo de una de las noches más bellas".Pero en el fondo, sabía que ese no era el caso:
sí había estado en peligro, sí estuve a punto de sentir el pinchazo.Fue como si la malvada reina se hubiese retractado,
como si a último momento mi vida hubiese perdonado.Todo por lástima,
todo por el precio de una lágrima.Y tiene sentido que en el desierto el agua sea tan preciada,
tanto como para salvar a mi alma desamparada.Pero...
¿Qué tan a salvo estoy realmente?
Si es cierto que me liberé del malvado hechizo,
¿Por qué quiero volver a intentar pincharme?
¿Qué fue lo que me hizo?
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TANOFOBIA
WampiryEste fue un libro que empecé a escribir a los 17 años, cuando la vida aún parecía corta... y aunque me tomó un siglo (como quien dice) recobrar las fuerzas para volver a intentar publicarlo, aquí está, dedicado a los entendidos: Tanofobia. -Park Jim...