❀ Capítulo 21

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°E n e r o  0 8

Aun si en año nuevo no había podido estar presente no había manera de faltar aquel día.

Yoongi hizo el mismo recorrido donde tantas noches había reído, soñado y amado; y aunque  últimamente sólo era capaz de hacerlo llorando, aquellos sentimientos que alguna vez fueron tan palpables como las flores del lugar se mantenían intactos en cada rincón y cada gramo de tierra.

Se deja caer con la espalda al piso, importándole poco la suciedad en sus prendas y los nulos animalitos que a ellas puedan adherirse, pues solo se preocupa por observar el fin definitivo del atardecer para ver nacer a las estrellas.

No sabe cuánto tiempo lleva ahí recostado cual cadáver, pues pese a ser consciente del bombeo de su corazón sabe que murió en una fecha específica.

Quizá el tiempo se ha detenido y nadie lo sabe,  o quizá es la ausencia de otra presencia la que hace la espera agonizante.

Tampoco lo sabe.

Pero cuando por fin la luna sale de su escondite, la vista se le nubla en constelaciones que le resbalan por las mejillas. Porque aquel espectáculo nocturno que antes le parecía fenomenal ahora lo ve insignificante. Ni siquiera todas las estrellas juntas son capaces de igualar el brillo de su mirada.

Los espasmos de su cuerpo son contenidos por la ya fría tierra bajo él, y el pequeño lugar secreto que era aquella apartada colina donde múltiples promesas de amor fueron hechas ahora era llenada por el llanto de un hombre con el corazón roto.

Es hasta que su sollozos merman que las palabras pueden salirle de la garganta en un intento de que lo escuchen las estrellas.

Te extraño tanto, Jungkookie.

[...]

El chico que nunca sonríe » YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora