Extraño Extrañarte (Segunda Temporada de La Gran Aventura)

Capitulo 31: Just like Judy 1/3

HOLA! ESTOY SIENDO LA PEOR ESCRITORA DE LA FAZ DE LA TIERRA, APRECIO QUE SIGAN LEYENDO Y AGRADEZCO LOS 8K EN LA PRIMER TEMPORADA DE ESTA NOVE.

HOY LES TRAIGO UN ESPECIAL DE TRES CAPÍTULOS, SIENTO QUE SEAN CAPIS DE RELENO Y SEAN ABURRIDOS. PRONTO EL FINAL, ESPERO DEJARLAS CON LÁGRIMAS EN LOS OJOS MUAJAJA L

Pete’s POV

Hoy tenia que ir con Juth a ver casas, aun no le he comentado a Merry la idea y tal vez no lo haga. Ella no tiene que preocuparse ahora, además es mi hijo de quien hablamos aquí.

Merry acababa de levantarse por lo que me cambie y Salí por la ventana, tome mi teléfono y le envíe un mensaje a Juth diciéndole que la esperaba en la inmobiliaria. Ella contesto con un “OK” rápidamente así que me dirigí hacia allí.

En el camino pase por Starbucks y compre un café para despertarme un poco. Una tienda de bebes me hizo pensar en el bebe que viene en camino. No se como voy a mantenerlo ahora que pienso comprar una casa para Juth y Joe, pero finalmente me las arreglare.

Juth apareció con una sonrisa y me saludo con un beso en la mejilla.

-         Bien… ¿Qué tipo de casa te interesa? – pregunte mientras entrábamos a la inmobiliaria.

-         No mucho, con dos habitaciones y un baño esta bien. – ella se encogió de hombros.

-         No voy a dejar que mi hijo duerma en una pocilga Juth. – dije. Un señor apareció y amablemente nos saludo.

-         Buenos días, ¿En que puedo ayudarlos? – el hombre pregunto amablemente.

-         Queremos ver algunas casas o departamentos por el vecindario, no tan grandes para dos o tres personas estaría bien. – le explique al hombre, el asintió con la cabeza y sonrío.

-         Pues, tendrán que acompañarme. Hay una serie de casas en muy buen estado y a un bajo costo que podría interesarle.

…

El hombre llamado Hank nos Condujo por el vecindario mostrándonos alrededor de 15 casas, eran tantas que ya estaba mareado. Juth no sabia cual elegir, hasta que finalmente vimos una casa estupenda. Con cuatro ambientes en perfecto estado, un baño, cocina, living y dos habitaciones. Además tenía un pequeño patio trasero y estaba a una cuadra de mi casa. Juth y yo quedamos fascinados con esta casa.

-         ¡Esta es la casa! – Juth dijo con emoción.

-         ¿Cuánto cuesta Hank? – pregunte poniéndome serio.

-         Esta cuesta…- hizo una pausa para revisar su lista de precios. - $25.000 dólares.

-         ¿25.000 dólares? – abrí los ojos como platos. Si compraba esta casa, adiós a mis ahorros para un auto nuevo. Pero mi hijo y Juth lo necesitan más. – Esta bien Hank, quiero esta casa.

-         Muy bien, volvamos a la inmobiliaria para hacer los tramites y será suya. – Hank sonrío.

-         Pete no se como agradecerte esto, ¡Gracias gracias gracias! – ella dijo con emoción. – Te quiero mucho. – dijo antes de estrellar sus labios con los míos en un beso.

…

Llegue a casa después de unas horas, me introduje por la ventana como anteriormente lo había hecho y me deshice de mi ropa para ponerme nuevamente el pijama. Salí de la habitación y Merry estaba hablando con un tipo, se me hace conocido pero no recuerdo quien es. Ellos están hablando animadamente.

-         Merry…estoy 100% seguro de que tú eres mi esposa. – el tipo dijo tomándola de las manos.

-         Te equivocas, mira sufriste un grave accidente y estuviste en coma un largo tiempo. Nosotros no somos nada más que amigos. –ella intento explicarle.

-         No, se que nosotros tuvimos un hijo. Ahora mismo podría tener cuatro o cinco años. ¿No lo recuerdas?

-         Mami, ¿A que hora se va a despertar papa? – Jake apareció frente a Merry y el hombre de junto lo observo.

-         ¡Merry! ¿El es nuestro hijo? ¿El pequeño Jake? – el tipo pregunto frenéticamente con una sonrisa.

-         Mami, ¿Por qué esta diciendo esas cosas? – Jake dijo algo asustado.

-         ¿Qué demonios pasa aquí? – dije irrumpiendo en la habitación. Merry me miro con ojos suplicantes y el tipo se levanto para enfrentarme.

-         Pete, Brian. Basta por favor. – Merry nos separo.

-         Oh tu eres Brian, ¿despertaste o sigues dormido? Ella es mi esposa y este es mi hijo, así que lárgate de aquí o te voy a patear el trasero. – dije alzando la voz. Merry se llevo al tal Brian y lo despidió.

-         ¿No crees que fuiste muy grosero? – ella cruzo los brazos.

-         Tú sabes como soy. – sonreí dándole un beso en los labios.

-         Hueles bien, es extraño siempre hueles a rancio en las mañanas. – ella río.

-         Malvada. – dije mientras me dirigía a la cocina.