Capitulo 25: Arigatou

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Este va dedicado al verdadero Johan :)

Merry’s POV

-         ¿Lista para ir a la escuela? – pregunto mi madre asomando su cabeza por la puerta de mi habitación. Me observe al espejo y asentí, ella salio y cerro la puerta. Yo me quede mirándome al espejo.

-         Soy como soy…. ¿Porque todos me odian? – murmure mirándome al espejo.

Tome mi mochila y baje las escaleras. Ya nadie tocaría el timbre de mi casa para acompañarme a la escuela. No iremos juntas hablando y bromeando, Delfina ya no esta. Hace casi un año y sigue siendo duro para mi.

Ahora estoy sola en las clases, en el almuerzo, en mis ratos libres, y en cada momento siendo molestada por Johan y sus imbesiles amigos.

Suspire y acomode mi mochila en ambos hombros mientras entraba a la escuela. Los pasillos estaban algo vacíos, todos me arrojaban bolas de papel. Imbesiles, pensé.

Son la peor escoria de este instituto, y aun así no están satisfechos de ver llorar a las pequeñas muchachitas como yo y otras.

-         ¿A dónde vas? ¿Tienes prisa Loser? – la voz de Johan dijo asiendo que lo mire. Su grupito de cinco amigos estaba detrás de el como perros falderos. Lo ignore y seguí mi paso a mi casillero. El me tomo del brazo y me jalo hacia atrás haciéndome aterrizar en el frío piso del pasillo. - ¿Por qué vienes sola? OH lo olvide, tu única mejor amiga esta muerta. – el río junto con sus amigos. Trate de levantarme y me enfrente a la cabizbaja.

-         Tu no tienes amigos, tienes unos matones y si esto piensas hacer de tu vida estas yendo por el camino equivocado… - me atragante con mis propias lagrimas. El me miraba con sus ojos color avellana. – No porque tengas dinero vas a dejar de ser una persona como todas las demás. – dije antes de caminar en dirección a mi casillero.

-         ¿Y tú que sabes? Solo eres otra más del montón. – fue lo ultimo que escuche de el antes de que el timbre anunciando que las clases comenzaban sonara por toda la escuela.

-         ¡Merry! – alguien grito y abrí los ojos rápidamente. Era Pete mirándome con ojos preocupados, observe mi entorno, solo estaba soñando.

-         ¿Por qué lloras en sueños? – el pregunto suavemente. Entonces me percate de que mis mejillas estaban húmedas.

-         ¿Qué hora es? – pregunte quitando las sabanas de mi cuerpo.

-         Casi las once. – miro la hora en su celular y luego lo dejo sobre la mesita de luz. Me levante y me encerré en el baño.

Mis ojos estaban cubiertos por ojeras y mi pelo estaba terriblemente revuelto. Me lave la cara para despertarme, al igual que los dientes y decidí tomar una pequeña ducha para relajarme. Salí del cuarto de baño con solo una toalla cubriendo mi cuerpo. Pete estaba escribiendo en su celular por lo que supuse que estaba enviando un mensaje. Tome algo de ropa de mi valija y volví a entrar al cuarto de baño para cambiarme.

-         Merry…

-         ¿Mm…? – dije dejando mi tasa de té en la mesa. Todos estaban en el restaurante del barco desayunando al igual que Pete y yo.

-         ¿Por qué no estabas en la cubierta ayer? – Pete pregunto revolviendo intranquilo su café.

-         Te espere, tu no estabas. –murmure. El levanto la vista de su café para mirarme.

-         Te busque por casi todo el barco, ¿Dónde estabas?

-         Lo dijiste tu mismo, buscaste en “casi” todo el barco yo estaba en ese lugar donde no buscaste. – dije haciendo comillas con los dedos.

-         Exactamente, ¿Dónde estabas? – pregunto o mas bien exigió.

-         Con un amiga. – susurre y el abrió los ojos como platos.

-         ¿¡Una amiga!? ¡¿Aquí?! – dijo casi gritando. La gente del restaurante se voltio a mirarnos por culpa de sus gritos. Me levante y Salí del lugar dejándolo solo con su comportamiento inmaduro. El sol brillaba en la cubierta. Hoy en la mañana habíamos hecho una parada en Cozumel, solo nos queda una estación mas para volver a Miami.

-         Mer. – la voz de Johan me saco de mis pensamientos. Me gire para encontrarlo mirándome con sus ojos color avellana tirando a verdes a la luz del sol.

-         Johan…Smith. – murmure atónita. El es el chico de mis sueños, mi compañero en la escuela secundaria. La persona más desagradable para mí…junto con sus amigos. Me arme de valor y le di una gran cachetada antes de alejarme de el.

-         ¡Merry! ¡Merry por favor! – el grito desde atrás. Un grupo de hombres uniformados cubrieron mis salidas de la cubierta. Lo había olvidado, el es el dueño de este maldito barco. – No es lo que estas pensando. – el dijo. Note como su mejilla había quedado roja por el golpe que le había dado.

-         ¿¡Que quieres!? – grite. Muchas personas se dieron vuelta para observar la escena. – ¡Tu me hiciste venir aquí apropósito!

-         Escúchame por favor… - dijo acercándose unos cuantos pasos a mi. – Cuando tú me enfrentaste en la escuela y me dijiste que no porque tenga dinero iba a dejar de ser una persona como todas las demás, me hiciste pensar en todo. Descubrí porque molestaba a todos los que parecían tristes, deprimidos o simplemente tenían problemas. Yo era uno de ellos. Y lo odiaba por eso hacia lo que hacia. Me di cuenta lo estupido que fui cuando cada día te encontraba llorando en el patio de la escuela. No me había dado cuenta que habías perdido a tu mejor amiga y de la peor manera. Perdóname. – el dijo cabizbaja. Lo observe por unos minutos tratando de procesar lo que acababa de decir.

-         Y…yo… - tartamudee. El levanto la cabeza esperando mi respuesta. – Si. Te perdono. ¡Te perdono! – grite para tratar de convencerme a mi misma de lo que acababa de hacer. La gente que se había reunido alrededor de nosotros por mis gritos ahora estaba aplaudiendo. Me acerque a Johan y lo abrace fuerte. 

Extraño Extrañarte (Segunda Temporada de La Gran Aventura)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora