𝙄𝐝𝐢𝐨𝐭𝐬 𝙄𝐧 𝙇𝐨𝐯𝐞

04

  
   SE SINTIÓ ESPECIAL, Lo que poco a poco Takemicchi iba nutriendo en su amistad con Mikey logro sentirse querido por este en algún sentido.

   Era, por así decirlo, el "favorito" de Mikey.

   Mikey lo visita con Draken a su casa a veces, Mikey jugaba fútbol con el y sus amigos, Mikey lo tomaba en cuenta en conversaciones importantes con los líderes de la pandilla, Mikey lo defendía de otros delincuentes, Mikey incluso se tomaba la molestia de pasar por en el instituto para ir juntos a reuniones de la Touman...

   Pero sin duda sus partes favoritas eran cuando se sentaban en las escaleras del templo y no hacían nada más que hablar o mirar el cielo en compañía del otro; cuando Mikey comenzó a dejarlo montar con el su Motocicleta y paseaban junto con todos los líderes de la Touman o a veces solo eran ellos dos ; Cuando se acostumbraron a la presencia del otro a tal punto de saber si están cerca o no.

   En esos momentos cortos, pero significativos, Takemicchi se siente especial.

   Todo con Mikey proseguía de forma tan natural. Pausada y firme era su recorrido en el sendero que lo conectaba con el líder de la Touman.

   Puede que no sea tan cercano cómo lo es Draken, tampoco sabe que piensa Mikey realmente o si quiera le a contado su pasado más allá de su hermano difunto.

   La personalidad de Mikey era tan volátil que era difícil predecir lo que haría ante una situación.

   Pero Takemicchi sigue al lado de Mikey sin importar que. Si mikey lo necesita, ahí estará, porque para ello eran los amigos, para apoyarse sin importar la situación en la que se encuentren.

   Takemicchi haría honor al lema de la Touman: " Todos para uno y uno para todos"

   Aunque eso signifique tener que comprarle Dorayakis a Mikey por el resto de su vida.

   — El dinero fluye Takemicchi, el dinero fluye.

   Mikey no le presto atención a lo dicho por el rubio teñido, ni su expresión dramática. Solo tuvo ojos para los Dorayakis que le arrebato de las manos a Takemicchi. Sonrió como un niño cuando le cumplían su capricho.

      Era uno de esos momentos en dónde el silencio no era incómodo si no reconfortante para ambos.

   En la azotea de su instituto, podía apreciar el cielo azul y refrescarse. Hoy hace mucho calor, por eso Baji y Chifuyu decidieron descansar aquí.

   Chifuyu se encontraba jugando con su consola, mientras Baji dormía plácidamente sobre el piso, usando su morral como almohada.

   La voz característica de Mario resonó en el ambiente. Mario basket, el único juego que Chifuyu por alguna razón no puede ganar, por mucho que elija a los mejores personajes . Se encontraba apunto de terminar la partida contra el equipo contrario. Chifuyu mordía su labio inferior en máxima concentración, faltaba tan poco...

   Pero olvidó que tiene un amigo muy cruel.

   — BOO! — El pelinegro se levanto veloz para tomar los hombres de Chifuyu y zarandearlo con fuerza. Obviamente, el rubio se asusta con el ataque sorpresa y ya para cuando se cuenta, volvió a perder.

   — PUTA!

   — jajaja, ¿enserio sigues con ese jueguito? Todos lo hemos pasado.

   — Pues NO TODOS. — El menor le lanza una mirada asesina, mientras maldice internamente.

   El pelinegro solo se ríe a gusto. Sin consentimiento del rubio, le quita la consola y se recuesta en las piernas de del ojiazul. Comienza a jugar una nueva partida solo para el y Chifuyu lo deja ser.

   Se pregunta ¿Cómo llegaron a tal confianza? Pero no tiene una respuesta realmente. Tal vez fue gracias a su esfuerzo por comprender a Baji, o el hecho de que este se esmeró en sacarle carcajadas.

   No lo sabe, pero lo que si sabe es que Baji y el se protegen la espalda cuando el otro no puede más. Eso es una verdadera amistad y Chifuyu siempre lo apreciará.

   — Gane.

   — ¡¿Cómo?! — Las palabras has ganado se mostró antes su ojos, Chifuyu considera que tal vez Baji sea un brujo.

   Porque no es normal que su corazón salte cuando Baji le sonríe en burla. No es normal que su piel espere con añoranza que el otro lo abrace. No es normal que su melodía favorita sea la risa de Baji. No es normal las ganas que tiene de acariciar el cabello de su amigo.

   No es normal que su mundo gire alrededor de el, pero le gusta, le gusta que Baji sea tan importante para el  cómo también el lo es para Baji.

   Siente que este es su lugar, junto a Baji. No le interesa ponerle nombre a lo que siente.

   Sentirse especial es suficiente.