La corporeidad como concepto tiene la ventaja de hacer comprensible, para quienes la conocen, la fusión de elementos sin haber visto el resultado. Porque es perfectamente asimilable la suma: una semilla más otra semilla es igual a dos semillas. Y si mi abuela Nélida hubiera tenido alas, entonces a todas sus cualidades se le habría sumado la capacidad de volar. Fácil. Diferente es el funcionamiento de lo incorpóreo. No hay sumas ni acumulación. No es posible la existencia de "RafAtePeriSol". No hay fusión, y ellos jamás la hubieran comprendido, porque no conocían los cuerpos, porque carecían del instrumento propicio. No veían.
Sean ustedes bienvenidos -, dijo el recepcionista a Rafael y Atenas, que no se conocían, pero esos 7 segundos compartidos en la entrada fueron suficientes para dar luz sobre el antagonismo de sus esencias. – Su voz me conmueve y me emociona – contestó automáticamente Atenas ante el sonido cálido y distendido de esa bienvenida. Sonrojado, el recepcionista asintió, agradeció y se dispuso a presentar el establecimiento. – Un momento – reparó, - Señor Rafael, ruego nos acompañe -. Rafael había encontrado un cómodo sillón en la recepción instantes después de la bienvenida, y se había detenido a reflexionar sobre la naturaleza social de las bienvenidas en general y en sus estructuras variables acorde a los contextos. – En un minuto – respondió, quien nunca dejó de pensar. – Creí que aprovecharíamos un momento a solas de distención... - secreteó Atenas, intensificando su proceso seductor. – Debo llevarlos al salón principal para la presentación oficial – replicó el recepcionista entendiendo la situación y previniendo escalar en contestaciones. Llegaron finalmente al salón y despidiéndose de su acompañante, Atenas dejó en su bolsillo una tarjeta con su número de teléfono.
"Nuestro mundo, sin ventanas, cierra el paso sin pisadas, y el cantar de la cigarra nos revela las miradas. No hay secretos en la vida, no hay túneles sin salida. Hay verdades escondidas que no quieren ser oídas" – ¡Todos y cada uno de ustedes han sido elegidos como beneficiarios de Ánima Resort para el proceso más fascinante de recuperación de visión del que jamás se haya oído! Son ustedes muy especiales para nosotros y nuestro compromiso está a su entera disposición. – Así fue la presentación de Ánima (el doctor y fundador del programa de recuperación de visión, que lleva el mismo nombre, y que iniciaba su flamante estreno).
La prosa de la presentación había inquietado por demás a Rafael, quien se detuvo en la segunda parte. Pensaba en qué términos había sido utilizada la palabra "vida", porque si se incluyera, así, a todo tipo de vida, incluso la sobre natural, entonces la ausencia de secretos carecería de sentido, pues seríamos como dioses.
Atenas, por su parte, se agasajaba. Ya para el final del discurso había tomado tres copas del vino que ofrecían como recepción. Caricias sobre hombros ajenos y carcajadas como fuegos artificiales. No pasó desapercibida. En fin: Atenas.
El "do bemol" de la canción de presentación hizo conjunción con la sensación de desolación por falta de visión y tocó el corazón de Sol. Ella sintió. Percibió el temor de los presentes cuando llegó al salón. Lo mismo le pasaba a ella, pero por alguna razón estaba segura de que su malestar no importaba. Si bien la presentación sembró esperanzas (eso lo palpó), entendió que alguien la necesitaba. No se presentó. Siempre se olvidaba de ella. Simplemente se acercó, la tocó y le preguntó: - ¿Te sentís sola?
2 horas antes: Perito. Había llegado, investigado, recorrido... Pensado y concluido. Perito presenció todo lo que ocurría desde que llegó. Saludó muy cordialmente al recepcionista y lo felicitó por su labor que, en sus palabras – no es menos que perfecta -. El hombre se alegró y quiso retribuirle el elogio con alguna cordialidad. - ¿Le gustaría recorrer las instalaciones, siendo que ha llegado temprano y faltan aún dos horas para la presentación? - - Excelente, me encantaría. Creí que el tráfico iba a ser atosigante y decidí salir con mucha anticipación, pero finalmente encontré la ruta vacía, y por eso mi entrada temprana. Nuevamente, destaco su hospitalidad. -. No era cierto el motivo que esbozó para justificarse. Perito había investigado con notable pericia todo lo concerniente al programa que resolvería su encierro. Con los datos recolectados, analizó y concluyó que no sería posible para Ánima brindar su tan ansiado servicio a todos los invitados el Resort (también había averiguado sobre las invitaciones luego de recibir la suya). Entendió que podía ser descartado, entonces se decidió. Automáticamente supo cuál sería su accionar. En el recorrido por el establecimiento forjó una confianza asombrosa con el recepcionista, que estaba entre admirado por la elocuencia de Perito, y la espontaneidad y frescura con la que hablaba.
Sus cálculos fueron precisos. Su recorrido mental, cuando de proyecciones se trataba, era siempre impecable. A prueba de errores. Sin embargo, en las matemáticas de Ánima no hay "x" que despejar ni factores que reducir o simplificar. No hay datos que contemplar. El mundo no es subsumible. No se trata, así, de una incapacidad del hombre. No es, en ese sentido, una limitación. Se trata de un elemento esencial de la naturaleza, y es la naturaleza misma del mundo (gigante compañero del hombre en travesía). En cuestión: Perito, creyendo comprenderlo, se equivocaba.
El plan: encerrar a la reflexión, esclavizar a la empatía y fomentar el desorden. Sin reglas antimonopólicas: destruir a la competencia.
