3. Gustar

57 5 0
                                    

Era solo la primera semana, pero el chico que aun con la pierna entablillada se movía por aquí y por allá, lograba exasperar y desmoronar su estabilidad mental, justo ahora que se hallaba cocinando unas manos se posaron en su cintura

- que mierda haces

- busco apoyo, no me puedo parar bien así que debo afirmarme de lo que pille

- no me agrada ser tu pilar

- me gusta como suena eso, de alguna manera es una palabra bonita

- cual, pilar ? Que ves de bonito en ello - consulto sin dejar de hacer lo suyo

- solo que... - tomo la mano del menor y la sujeto - cuando estés pasando por un mal momento en tu vida ese pilar te abrazara y te ayudara a estar en pie

- que meloso

- bueno no solo soy un hombre mal aseado también hay un romántico en mi persona

- que asco Manigoldo - comenzó a reír

- Albafica - la potente voz de un hombre de rojos cabellos se logro oír en la habitación - que haces - dio una mirada rápida - santo de cáncer

- padre - rápido se separó de Manigoldo asustado por lo que su padre podría decir - yo... Manigoldo y yo - tartamudeo

- solo preparábamos el almuerzo y como no puedo mantenerme en pie el me ayuda

- con tus manos en su cintura ?

- es una forma de apoyarse - respondió como si nada, era notorio el la mirada molesta y cabreada de el caballero de piscis solo bastaba su mirada fría para saber que es lo que pensaba sin la necesidad de decirlo - Albafica al terminar ahí anda a entrenar y supongo que usted Manigoldo debe de descansar por que no va a la casa de cáncer para estar mas relajado

- no creo que sea propicio para mi - era increíble Manigoldo con diecisiete años podía sostener la mirada fría de Lugonis sin miedo, tal vez por qué era mas alto y también un dorado - me cuesta bajar

- puedo pedirle a un caballero que le ayude

- no me gusta molestarlos, y usted no esta ocupado maestro Lugonis escuche que muchos santos han ido a misiones - sus palabras eran ataques indirectos para que uno de los dos abandonará el lugar mientras Albafica en silencio terminaba lo suyo que mas podía hacer

- si, nos han sacado mas por que hay uno que tuvo un accidente

- eso suena mal para usted, son mas días lejos de casa - dijo con una leve sonrisa

- listo ya terminé - Albafica comento, para cortar el ambiente era obvio que a Manigoldo no le gustaba Lugonis y viceversa tanto Lugonis como Manigoldo tenían sus razones

Manigoldo sostenía que Lugonis era un egoísta y marginado que quería convertir a Albafica en un solitario y antipático igual que él, y eso no lo iba a permitir.
Por su parte Lugonis le decía que Manigoldo era una mala influencia, insolente, descarado y solía desacatar las órdenes impuesta por el patriarca, no era mas que un niño mimado. Esto de apoco se convertirá en una guerra entre ambos santos para decidir sobre la vida de Albafica

- maestro llevare a Manigoldo a la cuarta casa

- me parece bien - desvío la mirada enojado, mientras Alba se acomodaba con el italiano saliendo de la habitació

- tu papá es una mierda

- por favor, evita eso o te voy a tirar

- es la verdad, es un amargado desde la muerte de Zaphiri e Illias

Demasiado Jovenes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora